Rectificación
Eloy Cano Castro
( marzo 1992)En días recientes se recibió en el Núcleo Maracay un computador, donado por la compañía que realizó la cobertura fotográfica de la última promoción local, conocedores de esa y otras carencias del referido núcleo. Esta máquina, aunque limitada (procesador 80286, 512 Kb RAM, 1 única unidad de disco de 5 1/4", impresora) es la primera que llega al Núcleo. En virtud de este aporte y del potencial de utilización del equipo para tan distintas labores como automatización de la biblioteca, uso docente, mejoramiento del trabajo de control de estudios local, auxilio a investigaciones, comunicación con otros núcleos y bibliotecas por vía de SAICYT, etc., se solicitó un complemento para esta máquina (consistente en una ampliación de memoria hasta 2 Mb solamente, un "disco duro" de solamente 40 Mb, y un modem de hasta 2400 baudios solamente, en total creemos que solamente aprox. Bs. 35.000). Realizados los trámites pertinentes ante el Vicerrectorado Académico, la solicitud fue devuelta por no estar acompañada de una justificación. Debo reconocer que con injustificable impaciencia pasé algunos momentos de indignación, al creer que por el hecho de ser una donación voluntaria (cuyo monto equivale al menos al 70% del costo del equipo una vez completado), la USR debía aprovechar la circunstancia para contar con una máquina que es muy necesaria, por un módico aporte financiero. Incluso llegué a dudar de la idoneidad de las personas encargadas de las decisiones respectivas. De todo eso me disculpo ahora y públicamente por este medio.
Y rectifico.
Creo haber aprovechado el potencial de aprendizaje de esta situación. He podido ver que el error era mío. He entendido que TODO gasto debe estar justificado. He entendido que lo que parece EVIDENTE para mí y otras muchas personas, puede no serlo para otra. He recordado que no tenemos en la USR un programa que sirva de apoyo a las labores académicas, que pudiera encargarse de "justificar" espontáneamente el gasto y realizar la adquisición. He entendido que los gastos para los núcleos siempre requieren más justificación que en instancias centrales (y requieren ser mejor pensados, por lo que tardan más). He comprendido que lo que me parecía una ventaja (el hecho de que la "biblioteca" del Núcleo tenga unos doscientos títulos, lo que podría considerarse favorable a la hora de su automatización, en virtud del poco tiempo requerido para ello), no era más que una ilusión: esa y otras tareas mecanizadas no forman parte de las prioridades del vicerrectorado. Y de allí que la máquina llegase por donación externa.
He comprendido, en fin, la importancia de la justificación en la institución. Y debido a eso, espero con una expectativa proveniente de esta drástica rectificación (que está de moda), el momento en que el Vicerrector Académico justifique, también por escrito, también públicamente, su presencia en ese cargo.
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