vehículo de opinión universitaria, NUm. 20. Maracay, 22 de noviembre de 1995.
Contenido:
José Luis Yánez A.
Hoy día vemos acontecimientos en que las personas asumen posiciones diferentes frente a una situación. Un sector se acoge al silencio, es decir, prefiere no divulgar lo acontecido, mientras el resto de los sujetos desean analizar los hechos. La historia constituye un inmenso recurso para estudiar las razones de estas posturas.
En la USR-Maracay, hemos vivido episodios donde los protagonistas han asumido una de aquellas posiciones. Me refiero a la labor de la prof. María de Noriega como Coordinadora de esta dependencia universitaria. Me encuentro entre las personas que desean la divulgación y discusión de lo acontecido durante ese proceso. Esta gestión se caracterizó por un ambiente de libertad y respeto, donde a ningún profesor se le preguntó por su convicción ideológica o militancia partidista alguna para darle empleo. Se llegó a un conjunto de logros donde destacó la participación del cuerpo docente para la conformación del plan de trabajo, donde a la investigación se le dió un papel importante. Se comenzó una actividad de investigación multidisciplinaria sobre criterios de selección de estudiantes para el ingreso en la institución, así como se echaron las bases para los seminarios regionales y nacionales sobre este tópico. Hay que destacar que se hicieron los concursos públicos de credenciales para el ingreso de personal docente contratado. Se hizo un plan de acción para la consecución de planta física como no se había hecho en la historia del núcleo. Se llegó a la opinión pública a través de medios de comunicación, igualmente se llevó nuestro planteamiento al Ejecutivo y Legislativo, regional y nacional. Esto dio como resultado disponer de una planta física provisional y grandes posibilidades de terreno, lo cual se le informó a las autoridades a nivel central en su oportunidad.
Entramos en aquellos acontecimientos que se quieren olvidar: al ciudadano Rector se le crea un problema para su proyecto de vida que es legitimar su presencia en la institución. Pastrana se dio cuenta que el sucesor natural de la prof. Noriega saldría de su equipo de trabajo, gracias a la gestión realizada, o mediante elecciones, en función de capacidades y credenciales. En ese momento el Dr. Pastrana jugó a destruir la gestión de la prof. Noriega, para ello le retira el apoyo a su labor. Los hechos hablan por sí solos. En el mes de marzo de 1994 se inicia la carrera de Administración en Maracay, cuando las autoridades rectorales aprueban el proyecto respectivo. Una vez culminado el semestre, no se había cumplido con el pago del requerido canon de arrendamiento, por lo cual el contrato no fue renovado y la naciente carrera y la de Preescolar, se quedaron sin planta física. Por primera vez el personal contratado no recibió su pago al final del semestre. Para el mes de septiembre del mismo año no se pudo iniciar el semestre por problemas de planta física. Igualmente se prohibió realizar el trabajo de investigación que se venía haciendo sobre criterios de selección; privó el sentido populista y complaciente.
El proyecto de planta física contemplaba una sede provisional para las tres carreras y otra definitiva. Para el 28 de noviembre de 1994 fui autorizado por las autoridades rectorales, como coordinador encargado, a firmar un convenio de trabajo con el Ministerio de Educación, que permitía el uso de esas instalaciones provisionales. Este esfuerzo fue estrangulado. El Rector utilizó a la directiva de APUNESR como uno de sus brazos cómplices contra mi persona como coordinador encargado y contra otros profesores que reclamaron el derroche de recursos del gremio, utilizado contra los mismos afiliados. En el mismo análisis histórico que venimos haciendo, vemos a Pastrana seguido por los vicerrectores, hasta ahora en silencio sobre el proyecto de planta física. El silencio de las autoridades forma parte de la estrategia de jugar al caos. Lo hicieron, ya que el poder se les iba de las manos. Se perdió un semestre, pero Pastrana y su sueño electorero ganaron el control del Núcleo Maracay. Hoy día el problema de planta física sigue siendo grave. Ante la historia siguen abiertas dos alternativas: el silencio cómplice o el análisis y discusión constructiva, un año después...
Adalberto Rodríguez R.
Cuando faltan muy pocos días para las elecciones regionales de gobernadores, legisladores, alcaldes y concejales, no parece haber crecido mucho el entusiasmo entre la población y las encuestas indican que la abstención estará cercana al setenta por ciento. Las razones de la apatía podrían encontrarse en el descontento de los votantes hacia una clase política corrupta e incapaz, responsable de la crisis que afecta a la nación. Sin embargo, en el actual proceso, participan sectores emergentes a quienes no se puede cargar la responsabilidad del desastre nacional.
Y un desastre fue lo ocurrido a la Fuerza AErea Venezolana como consecuencia de los accidentes aéreos donde perdieron la vida nueve militares y un civil. Sobre los hechos se plantearon diversas hipótesis que van desde causas absolutamente fortuitas, pasando por fallas de mantenimiento, hasta saboteo. Voceros de la FAV negaron la posibilidad de saboteo y rechazaron lo relativo al mantenimiento, pero en la opinión pública quedó la duda. Anunciaron investigaciones desde diversos Angulos y diferentes Opticas, lo que no se sabe es si el resultado de esas indagaciones será conocido, como no se conoció la veracidad de la información según la cual dos aeronaves donde debía viajar el presidente de la República sufrieron fallas que obligaron a cambiar de avión.
Además de la atosigante campaña electoral, de la pesada carga inflacionaria que debe soportar la mayoría de los venezolanos, de los cotidianos rumores sobre conspiraciones y de los dimes y diretes ministeriales, el mes de noviembre amenaza con finalizar convulsionado como consecuencia de varios paros de grueso calibre: las aduanas en conflicto, trabajadores petroleros en paro y anuncios de huelgas en CANTV y el sector eléctrico.
Breves-USR Héctor Freneites
1. Conflicto universitario
2. ¿Pasividad? ¿Complacencia?
Advertimos las consecuencias de una Junta Directiva de APUNESR manejada por el movimiento personalista/partidista del gerente derrochador. Veamos:
3. Elecciones
El Consejo Directivo está en campaña. En su reunión del 07- 11-95 consideró el asunto de las elecciones. Hay dudas. Temores. Suspicacias. Para el año 96, abril, serán las elecciones para Rector. Para el año 97, enero, serán vicerrectores y secretario. En todo caso, es bueno un poco de historia.
4. Contraloría
Está investigando el cobro de un cheque de Bs. 530.000 girado a nombre de APUNESR por el Consejo Directivo de la USR. Hechos:
5. Misceláneas
Roseliano Matheus
Valle La Pascua (Urgente).-Esto pareciera un artículo amarillista de cualquier periódico del país, pero el caso amerita mucha atención. A un profesor a dedicación exclusiva, con más de 17 años en la USR, se le reclama con frecuencia que no debe trabajar después de las 7 pm. Argumentos, muchos; aunque sin ninguna base cierta. Pero el caso no queda en un mero reclamo. si así fuera no se le podría dar el título de urgente. ¿Cuál es la importancia que le damos a este relato?
El caso va más allá del simple hecho de que dos vigilantes (no todos) no desean interrumpir su sueño con el pasar de la mirada acusadora -para ellos- de un facilitador. La trascendencia de lo antes planteado radica en que el bloqueo contra el empeño obstinado de trabajar del profesor-investigador ha recibido el apoyo de algunas autoridades que se hacen eco de los dos ciudadanos mencionados. ¿A qué se debe tan decidido apoyo por parte de las autoridades? ¿No será que su visión de la universidad, como escuela, sólo dura hasta las 7 pm.? ¿O será que molesta que un profesor de un mal ejemplo a los demás, al demostrar que a la universidad no se viene sólo a cumplir horario, sino a producir y trasmitir conocimientos, y que estas labores se hacen los 365 días del año y las 24 horas del día; y que en una situación de crisis, como la que vive la educación del país, es necesario un esfuerzo mucho mayor del que nos exigen leyes y reglamentos? ¿Por qué molesta tanto a algunas autoridades que un profesor trabaje un poco más allá de lo que normalmente cumple la mayoría? ¿Es que el mero hecho de trabajar constituye una denuncia?
Lo que extraña de este raro y triste relato no es el final cercano, en el que al profesor, seguramente, le llamarán la atención y le pondrán cualquier tipo de obstáculos para que no pueda entrar como acostumbra. Lo que duele es que después de más de 20 años, aún no se entiende lo que es una universidad, y así se pretende hablar de autonomía y democracia.
la cuestión: --- vehículo de opinión universitaria
versión electrónica NUmero 20, Maracay, 22 de noviembre de
1995
Editor-director: Eloy Cano Castro eloycanocastro@gmail.com
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