vehículo de opinión universitaria, número 24, 31 de enero de 1996
Contenido:
José Miguel Cruces
La mejor imagen que tenemos de un Rector es la de Francisco De Venanzi. LOgicamente no ha sido el Unico buen Rector que han tenido las universidades de Venezuela, sin embargo, ha sido el mejor de las Ultimas cuatro décadas. Las características más sobresalientes de este hombre extraordinario fueron: sencillez, profundidad académica, sentido del respeto por la Universidad y todo lo que ella significa, clara visión de futuro, sensatez, y una gran honestidad y calidad humana.
Había conocido a DE VENANZI como muchos, analizando su obra en función de la promoción de la ciencia en Venezuela, y del crecimiento y desarrollo de la Universidad Central, y de la universidad venezolana en general. En este camino me había enterado de que fue El quien lideró y promovió junto a otros eminentes venezolanos, la creación, de entre otros organismos, la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (AsoVAC) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CONICIT); fue además fundador de la Facultad de Ciencias de la UCV (la primera que se creó en el país); participó activamente en la redacción de la actual Ley de Universidades, en la que hizo especial hincapié en el establecimiento del escalafón, la dedicación exclusiva y tiempo completo como instrumentos para garantizar a los docentes universitarios tiempo suficiente para la investigación. Promovió, por otro lado la creación en todas las universidades, de los Consejos de Desarrollo Científico y Humanístico (CDCH's) -lo cual incluyó en la Ley de Universidades- a fin de garantizar a través de Estos, recursos para el financiamiento de la investigación (becas, revistas, libros, proyectos, etc.). Promovió asimismo, en la Facultad de Ingeniería de la UCV, un instituto para la promoción del desarrollo tecnológico, organismo Este que desafortunadamente no prosperó.
Le correspondió dirigir la Universidad Central en tiempos cuando se iniciaba el actual período democrático. Es decir, vivió la paradójica situación de un escenario de esperanza de la comunidad nacional y universitaria, junto a la conflictiva situación que significaban los turbulentos momentos políticos de los años sesenta. Su secreto estuvo en su alto sentido de la misión universitaria, liderazgo académico, sensatez, firmeza ante las situaciones difíciles, y naturalmente un gran sentido de la gestión universitaria, la cual es -y así lo demostró- la gestión del conocimiento.
Francisco De Venanzi fue esencialmente un líder académico y allí estuvo la clave de su Exito. Me atrevo a afirmar que ES EL MODELO de gestión de una UNIVERSIDAD. Desafortunadamente, su imagen es la antítesis de la mayoría de las gestiones rectorales --con base en liderazgos políticos, y más que políticos, partidistas-- que desde un tiempo a esta parte hemos venido experimentando en algunas universidades venezolanas (la Universidad Simón Rodríguez entre otras), y de allí, parte de su enorme crisis. Una crisis que ha caído como una noche profunda sobre su institucionalidad. Todo ello, venido de la mano de una actitud agresiva, atropellante, grosera y descarada de las maquinarias partidistas, suerte de empresas fabricantes de votos con base en la compra de conciencias, mediatización y clientelismo. El resultado viene siendo la mediocridad estructural inducida --base del sostenimiento del poder-- lo cual constituye un crimen al espíritu de la nación, crimen del cual somos responsables también, quienes tras una actitud complaciente, pasiva o interesada, lo dejamos pasar como si fuera un hecho ineluctable. La universidad, por definición, necesita de un liderazgo académico; de lo contrario a esta Casa la vencerán las sombras.
Aldo Colmenares
En recientes declaraciones por los Organos de comunicación social, con motivo del aniversario de creación de la USR, el Rector Pastrana, aprovechó para señalar lo que parece ser su proposición del modelo ueserrista. Ventajosa situación si sabemos que está en campaña para la elección del mismo cargo, sin que ésta haya comenzado, con, además, otros candidatos que tendrán que construir esta posibilidad de comunicación. Pero, finalmente, la campaña debe ser la confrontación de ideas sobre cuál universidad queremos, de manera que el elector pueda escoger la que considere conveniente.
Podemos partir de su afirmación sobre el cambio que dice comenzó hace tres años para llevar una universidad dispersa en "20 islas" a una "gigantesca red académica" (El Universal. 23-01-96, 1-10). Siendo tal afirmación el inicio de la tergiversación, posiblemente involuntaria, simplemente de desconocimiento, sobre la realidad de los problemas relacionados con la estructura espacial de esta Universidad. La USR nunca ha sido un grupo de islas, en todo caso, penínsulas apéndices de un centro hipertrofiado, con un fin bien definido: si no hay núcleos, no hay estudiantes, si no hay estudiantes, no hay presupuesto para que viva el "centro" -sencillo ¿no?-.
Pero no nos quedemos allí, intentemos comparar con una generalización -algo abusiva de mi parte- de la evolución de la estructura espacial universitaria. En principio, es un complejo educativo central, el cual ha requerido de los "núcleos de extensión" como ejecutores de alguna necesidad local que demanda el servicio universitario. Al crecer la "provincia" creció la demanda de tales servicios, hasta que la idea de "extensión" se hizo pequeña para acompañar al Núcleo, que se convirtió en un nuevo y menor complejo universitario, por ejemplo el Núcleo Aragua-Univ. de Carabobo.
De allí surge la posibilidad de descentralización: "la provincia" y con ella el Núcleo debían adquirir "viabilidad", tener "decisión local" y recursos para ello. Especie de "autonomía" que, al menos, en teoría, pretende hacerse pertinente a los intereses del Area donde se ubica. Aumenta su complejidad, al igual que el nivel de sus autoridades (Directores, Decanos, Vicerrectores, etc.).
El modelo que el Rector adelanta intenta saltarse toda la evolución espacial universitaria descrita. No ha existido en la USR un "complejo educativo central" y no existe ahora un Núcleo "complejo educativo local" que responda a esas exigencias de servicio universitario. La estructura actual es sólo un símil, más costoso, de la antigua USR. Ahora tendremos cinco penínsulas apéndices, los "decanatos", con sus respectivas peninsulitas, los NUcleos. Y pregunto: ¿En que se diferencia esto de la USR- Rectora Caldera?. Para ello no había necesidad de llamar a PDVSA ¿verdad?. En la estructura del Rector Pastrana no hay ideas nuevas, ni siquiera en la prestidigitación de "virtualidad" que pretende en su artículo, para lo cual basta comparar cualquier Núcleo con sus declaraciones. El problema es que no existen las bases para lograr estructuras más complejas. Los NUcleos no han evolucionado, sólo crecido, no han interpretado a la comunidad, simplemente, porque son marginales para la vida de la comunidad donde se asientan, son la justificación de un centro hipertrofiado, que ahora se distribuye en "decanatos". Los cuales tampoco tienen capacidad para convivir con la comunidad en términos del hacer universitario, simplemente, no existen reflejados en ningún ente nacional, ni están creados para una situación alterna. Son aparatos burocráticos que reproducen "el centro" tal como es: sin docencia, investigación ni extensión.
El camino podría plantearse en la evolución de los NUcleos, de esos humildes NUcleos que conocemos, y de los institutos de investigación si no se plantean como "catedrales de cristal". Para ello hay que dotarlos de relativa y creciente autonomía, dentro de un proceso que entienda la capacidad de los mismos para manejarla. Pero de un proceso contínuo, que no dependa del proyecto personal del Rector de turno, que desconcentre y descentralice hacia los NUcleos, donde habrá de construirse la complejidad y poder de decisión que el hacer universitario requiere.
Héctor Freneites
Hagamos nuestro el lema de la iglesia católica venezolana: ¡userrista! despierta y reacciona. ¿Por qué? El "demócrata" se paga y se da el vuelto. Está insatisfecho. Quiere más ventajas. Cuatro años no bastan. El "modernizador" es voraz. Lo quiere todo. Uno se pregunta ¿a qué le teme? ¿cuáles son los fantasmas?
Puntualizando:
Eloy Cano Castro
Ya no tenemos que preocuparnos, afortunadamente --de algo vale estar en los puestos directivos-- pudimos adelantarnos a las movidas de esa oposición academicista y bobalicona que tenemos. Cuando los tipos estaban pensando en mover la opinión del electorado para que se realizase una elección imparcial [risas] ya nosotros teníamos cuadrado el movimiento para tomar por asalto todos los mecanismos electorales. Mientras los ilusos académicos creían que el Organo electoral de la USR era el Consejo Superior, como dice el Reglamento [más risas] nosotros montamos una normativa hecha a nuestra medida e intereses, y en la que somos nosotros los que decidimos cualquier apelación (ja, ja, ja). No hay cosa como sostener las riendas procedimentales. Los muy tarados todavía --a estas alturas del partido-- creen que para ganar una elección es suficiente tener la mayoría del electorado [risas]. Y es que los tipos se la pasan diciendo que el Consejo Superior no sirve para nada, pero nosotros que no lo decimos pero lo sabemos mejor, pasamos a la acción sin pararle a esas trivialidades jurídicas que tanto los atormentan.
Ya tenemos la comisión electoral montada (ellos tuvieron la pretensión de tener allí algún representante), ahora establecemos un proceso bien controlable, no vaya a ser que los electores quieran votar por quien les parezca, y en caso de algún fallo en el mecanismo, siempre tenemos la última palabra ¿cómo dice el refrán? pagamos y nos damos el vuelto [más risas].
Ahora, para que los electores tengan algún argumento para justificarse inauguramos algunas de esas cosas que hemos estado frenando en estos años, pagamos los montos que debimos pagar el año pasado, salimos en la prensa unos pocos días y a esperar la "elección", ja, ja, ja. Menos mal que nos apuramos. Por si acaso, de todas formas vamos a ponerle fecha vieja al documento en que dictamos las normas para nuestra "elección". Estas cosas nunca fallan. Los académicos se ofenden con facilidad y lo más seguro es que no quieran participar [carcajadas] en un proceso tan "bien" estructurado .
Nota editorial:
Con motivo del primer aniversario de la cuestión, el 1/feb, se encuentra en prensa una edición especial contentiva --entre otros-- de índices de artículos publicados en estos 24 números, la cual está disponible para los interesados por Bs. 300
la cuestión--vehículo de opinión universitaria--núm. 24
Editor-director: Eloy Cano Castro - eloycanocastro@gmail.com
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