la cuestión:

vehículo de opinión universitaria, 1 de mayo de 1996, número 31

Contenido:


"La transparencia del mal" en la USR

Tania Hernández

Con éste título que corresponde a uno de los conocidos textos del pensador francés Jean Baudrillard, quisiera hacer mías algunas de sus ideas para rastrear la pregunta ¿y después de estas elecciones qué?

En este sentido decimos junto a Baudrillard que seguimos a una etapa de simulación (es el paso donde la imagen imita a la realidad), en el que sólo podemos reestrenar todos los libretos porque ya han sido representados -real o virtualmente.-

Nuestra universidad se ha apoderado de una lógica de la dispersión, en donde ya no puede hablarse de revolución sino de involución, esto para decir que ha habido una involución del valor, es decir, se produce una dispersión del valor... ya no hay ninguna referencia, el valor irradia en todas direcciones sin referencia a nada. Si ello es así, ya no puede hablarse de valor, ya que su misma dispersión hace imposible su evaluación.

Así, por ejemplo, se ha venido observando desde diversas posiciones, puntos de vista, etc., denuncias ante una serie de irregularidades en nuestra universidad.

¿Qué ha pasado con dichas denuncias?

Pareciera que estas denuncias entran en una especie de autoreproducción, que caen en el vacío (y si no, observen el resultado de la elección de rector), por el otro lado las cosas siguen "funcionando," aún a pesar de dichas irregularidades, es decir, el "mal" se ha hecho transparente, y ello se observa en el desbocamiento de los efectos, en el desbordamiento de las causas, en el exceso y la paradoja.

Ya no estamos -como dice Baudrillard- en el crecimiento sino en la excrecencia: "lo excrecente es lo que se desarrolla de una manera incontrolable, ...es aquello cuyos efectos se multiplican con la desaparición de las causas."

La esperanza que muchos teníamos en este proceso de elecciones, era la de hacer valer la disfunción o la desobediencia a cierta "normatividad," esto, como también lo saben algunos positivistas determina lo que se llama solución por superación.

Pero en fin, ni a positivistas llegamos, aquí en nuestra universidad, el "mal" se ha hecho tan transparente, se nos ha saturado tanto de El, que todo se revierte a un exceso de positividad, más que de negatividad ¡semejante padadoja! y lo peor es que así funcionamos, entregados a una simulación indefinida.

Sí es verdad, señor rector, estamos en una universidad virtual, entendiendo por virtual obviamente aquello que se va sustituyendo por el espectáculo del pensamiento, manteniendo al pensamiento en un suspenso indefinido. Aquí por lo tanto la cuestión del pensamiento no interesa a nadie, y donde no hay pensamiento no hay crítica; pero sí en cambio un exceso de positividad incapaz de destilar la crisis.

Y para concluir junto a Baudrillard tenemos que "al ritmo que toman las cosas cualquier movimiento de ánimo un poco negativo no tardará en caer en la clandestinidad. Ahora se ha hecho incomprensible la menor alusión espiritual. Pronto será incomprensible emitir la menor reserva. Sólo restarán la repugnancia y la consternación."


El Rey Thor

José Miguel Cruces

Thor, hijo de Odín, es el dios de la guerra en la mitología escandinava.

Se nos hace presente la imagen de Thor, en la Universidad Simón Rodríguez, a propósito del clima de tensión que desde un tiempo a esta parte, se ha desatado en medio de esta comunidad universitaria. Ha habido una evidente exaltación de las pasiones más allá de lo que pudiéramos considerar normal. Pareciera que el Rey Thor se hubiese apoderado del espíritu universitario y lo manejase a su antojo con base en sus más oscuros designios. Son pocos los centros en donde deja de manifiestarse esta tensión, ya implícita en la dinámica de todos los días, ya explícita objetivada en algún conflicto. Sabemos por ejemplo, de conflictos sucedidos en Araure, Bolívar, El Cují, San Juan, etc. El espíritu beligerante de Thor se respira, se siente en todas partes.

Hace algunos meses leíamos, a través de este medio, un escrito acerca de la nostalgia de una persona del Núcleo Maracay por el clima de armonía, de creatividad y de compañerismo que habían vivido en tiempos no muy lejanos. Sentíamos que la manifestación de su nostalgia era un llamado de atención acerca de la necesidad de que en nuestra universidad se construyese un ambiente de armonía, tan propio para la creatividad y para la producción de conocimientos. No estamos muy seguros de que ello haya sido oído por quienes eran directamente aludidos.

Asimismo, a través del desaparecido Con Base, leímos alguna vez la atinada narración que de la "Nueva Batalla de Araure" nos hacía el colega Lucio Segovia. Allí se ilustraba la irracionalidad de un conflicto, que entre un grupo de profesores se expresaba, a escasos kilómetros del sitio histórico de la otrora gesta de los libertadores. Sólo que esta vez, "la batalla" era entre educadores de una institucion calificada de universidad, y bien lejos del campo de las ideas.

Dirimir este conflicto suponía -intuíamos de aquella lectura- una lucha entre la civilización y la barbarie; pero aquí barbarie debe entenderse en el sentido estricto (helénico) del término y no en el ideologizado que ilustraba Gallegos. Era (y es) una lucha, para ponerlo en términos más universitarios, entre el pensamiento carujiano y el pensamiento vargasiano. Para el caso, nuestro particular Carujo (en Araure), se alió con Thor, dios de la guerra, lo cual le ha garantizado, por vía de la fuerza -que no de la razón- un triunfo momentáneo que se ha hecho muy largo para desgracia del conocimiento y de la academia.

Recientemente, a propósito de los últimos comicios, se han enarbolado -nuevamente- las hachas de la guerra, y las hordas carujianas (en Araure, por supuesto), seguramente en un acto de ofrenda, sacrifican el espíritu universitario ante el Rey Thor, a través de una vandálica y muy cobarde acción: le dieron de palos y de golpes al pensamiento vargasiano encarnado, esta vez, en dos profesores universitarios de ese Núcleo.

Uno no sabe, pero es posible que la célebre canción mexicana "el rey", haya sido traída a tierras americanas por los vikingos, quienes en épocas precolombinas se la enseñaron a los aztecas para glorificación de los thores "vestidos de charros" de por estos lados del mundo.


La Clase XIV

Dora Andara

"Piensa el sentimiento, siente el pensamiento"
Miguel de Unamuno

Hay pasos que no avanzan tampoco retroceden. Hay pasos que sólo abren un espacio: recordar los propios pasos. Son los pasos que agujerean las paredes de la existencia y con ese hueco en el espacio acaban ya los pasos: se piensa.

Son los pasos que despiden al esclavo e inauguran al Hombre, ese que está hecho de universo. (Es todo lo que como maestra puedo decir cuando pienso en el sentido de mi oficio y en quienes en las circunstancias actuales también lo desempeñan. Nada menor al pensamiento se merece alguien que ronda a niños).


Comunicación

Lídice Leiva

Una plaza, un banco deteriorado por el tiempo, tres figuras gastadas, el silencio compartido, no hay palabras, sólo recuerdos, momentos, dolor, gritos, lágrimas, soledad, un todo fusionado en la mente de las figuras, los músculos se contraen, las miradas se endurecen, recuerdos. Las figuras se levantan como espectros, se separan, sin un adiós, por rumbos diferentes. Volverán al mismo banco, a la misma plaza, con su carga de recuerdos a comunicarse.


Breves-USR

Silencio empalaga

Héctor Freneites

Caja de Ahorros

Modernización

Irregularidades

El conflicto


Y sigue lloviendo

Eloy Cano Castro

Ya a principios del siglo XIV, el franciscano William de Ockham hizo famoso el principio de economía científica: "no hay que multiplicar las entidades sin verdadera necesidad." Evidentemente, gente que no ha leído a Ockham, y por lo visto ni siquiera oído la repetida frase, se ufana de generar artificiosas entidades sin necesidad alguna.

Los "decanatos regionales" de la USR son una muestra de esa "concepción" 'modernamente' manifiesta que consiste en ampliar la nómina de una institución a como dé lugar, y si por mala suerte, no hay lugar establecido para ello, se inventan nuevas oficinas, reductos, despachos, taquillas, peajes, etc, de manera que no llegue a quedar la menor duda de las intenciones "modernizadoras" del burócrata de turno. (Que los "decanatos" son innecesarios, es algo tan sabido que más de un lector recordará el refrán aquel de 'llover sobre mojado')

Pero, el burocratismo militante de los "decanatos" no se conforma con esa ausencia de necesidad, ahora podemos ver que también son inútiles. Cada uno de los que hacemos vida en esta institución tenemos alguna que otra anécdota acerca de la trivialidad y la inoperancia de estas unidades, sin embargo, el caso de Araure rebosa cualquier posible límite preconcebido y se convierte en una declaración explícita y pública de inutilidad.

A un mes de la violenta agresión física que sufrieron dos profesores de ese núcleo por razones que no se pueden achacar a delincuencia común, sino a factores internos del Núcleo Araure-USR, el "decanato" correspondiente ni siquiera se ha dado por aludido. Ya sabemos que basta pedir que se cierre una unidad o se solicite una renuncia para que cualquiera de esas entidades se eternice. Así que no nos sumaremos a la porción inteligente que sabe de la perentoria necesidad de cerrar los "decanatos". MAs moderados, nos limitaremos -por ahora y con el perdón de Ockham- a implorar que por lo menos cumplan alguna función Util.


==la cuestión==vehículo de opinión universitaria== 1 de mayo de 1996==número 31==
==dep.legal pp.95-0050==Editor-director:Eloy Cano Castro== eloycanocastro@gmail.com

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