vehículo de opinión universitaria, 15 de mayo de 1996, número 32
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José Miguel Cruces
En los anales de la Universidad Simón Rodríguez nunca se había visto tanta pasión por alguien, como la que se observa a través del "culto" a la personalidad del actual rector; esto, hay que reconocerlo, es uno de los éxitos de esta gestión. Una 'troupe' completa de docentes desfila (peregrina) a rendir debida pleitesía a un personaje que pereciera ungido de poderes especiales -y hasta paranormales, por sus dotes persuasivas-. Se cuenta que ya los presentes no son de mirra, de oro o de incienso como pudiera estilarse a un ungido; ahora la cuestión es si se quiere, "más modernizada", digamos que más pragmática, pues lo que ahora se trae es: carne asada, escocés, mariachis, y otras menudencias por el estilo que tienen como objetivo ensalzar una personalidad importante. Decía una profesora, quien de manera jocosa observaba este fenómeno, que le parecía que en nuestra fauna docente (a la que también se le unen algunos empleados), había una sobrepoblación de la clase a la que pertenecen los ofidios, juicio este muy gráfico pero evidentemente un tanto atrevido.
Para ser honestos ante esta situación, hay que decir -en honor a la verdad- que si bien el rector "pone de su parte" a fin de lograr estos merecimientos, los "esfuerzos" que hacen estos "halagadores de oficio" para lograr ciertos objetivos, son -de lejos- mucho mayores; de modo que al rector, a quien seguramente le agrada todo esto, no debe arrogársele totalmente la responsabilidad de esta situación. Ante esta curiosa "etología" del docente ueserrista (de un significativo número de docentes, para ser justos), uno termina dándole la razón a la profesora que hizo el símil zoológico.
Pero, uno se pregunta: ¿Por qué ocurre esto en una Universidad, en donde (por definición) debe privar -si bien mucho respeto- una actitud crítica, dialéctica, ponderada y ecuánime en el tratamiento interpersonal? ¿No es acaso este un claro ejemplo de un peligroso estalinismo, de tan ingrata significación en el mundo socialista? ¿Será que se ha descubierto que el conocimiento y la función universitarias pueden ser "entubados" a través de las ideas y de las acciones de un sólo hombre, en contra absoluta del hasta ahora discurso universitario? ¿o será que quienes manifestamos desacuerdo con esa forma de relacionamiento, estamos ciegos, sordos, o sufrimos de un autismo irrecuperable? A veces se nos ocurre pensar -para consolarnos- que cuando Kafka describió el absurdo, sólo estaba reflejando la realidad.
Adalberto Rodríguez R.
Así estamos
Apenas entró en vigencia el plan de ajustes económicos, comenzaron a sentirse los efectos y Estos no son otros que una "caída libre" del nivel de vida de los venezolanos. Si antes existía cierta resistencia, ahora el movimiento hacia el foso se produce en el vacío. Nada, ni nadie lo detiene. De marxista ortodoxo a socialista democrático y ahora neoliberal puro, Teodoro Petkoff asume el peso del compromiso. "No le arriendo la ganancia" diría un llanero del bajo Apure, pero el "catire" sabe lo que se está jugando y lo que ganaría si le sale bien el paquete en que se ha metido.
Mientras la "partida" se desarrolla y se dice que "estamos mal, pero vamos por buen camino" otras variables entran en escena y ni siquiera son para trancar el juego, sino para enfrentarlo. Se informa sobre drásticas disminuciones en el transporte aéreo, despidos masivos de trabajadores, cierre de empresas, huelgas de transportistas, paro de universidades y hasta de explosión social se habla desde un sector de la Iglesia.
En el Congreso se aprueba un gigantesco crédito adicional que estaría dirigido a amortiguar el impacto, del cual no se sabe con certeza cuánto tiempo durará, ni hasta dónde llegarán sus efectos desvastadores. A nivel de la población se observa la impotencia y la rabia que además se alimenta ante proposiciones de aumentos de sueldos a los parlamentarios. No es posible estar seguros de que en el pueblo existe resignación o la espera de la primera chispa para que se encienda la pradera. Así estamos.
Aldo Colmenares
En recientes declaraciones de prensa (El Nacional 7-5- 96. C2) el Rector de la USR señaló sobre la posibilidad de aportar salidas a las gobernaciones en la búsqueda de entrenamiento para su personal, dadas las condiciones de avance logradas por esta universidad en el camino de las mejoras tecnológicas y de la calidad del personal (asesoría y entrenamiento de la Universidad de Syracuse,etc.). Nosotros, dadas las condiciones de desastre (no hay recursos para nada) en que la USR quedó tras la costosa campaña de tres años del rector-candidato-rector y observando el Núcleo donde laboramos, sólo nos queda asombrarnos de su caradurismo. ¿Alguien podrá creerle?. En tales declaraciones advierte sobre las ventajas para este fin derivadas de la dispersión de los NUcleos en el territorio nacional, sin advertir sobre la poca capacidad que éstos tienen para enfrentar casi cualquier compromiso que salga de sus paredes y sus clases actuales. No tienen ninguna autonomía, están centralizados por los decanatos regionales.. Por ello, parece razonable volver sobre el tema.
La posibilidad de definición regional ha sido la búsqueda que acompaña la necesidad de hacer más efectivo y eficiente el uso de los recursos públicos. Para las universidades, se señala la conformación en una red "regional", que permita ese uso de los recursos. Solo que el planteamiento no parece superar esa única idea de hacer más eficiente el manejo de recursos materiales y el hacer de los profesores, para incluir el de un servicio educativo de mayor pertinencia a la comunidad. Lo que, en consideraciones más mediatas, lograría mayor eficiencia.
En el sentido de la definición regional, la mayor posibilidad la ha logrado la versión formalizada en el territorio estadal -proceso de descentralización a las gobernaciones-. Sin embargo, muestra un hecho aparentemente contradictorio, cuando, por un lado, las universidades promueven núcleos de expansión de su influencia y, los estados, por el otro, el deseo de una universidad representativa de su condición descentralizada, allí donde Estos factores no se conjugan. Con lo que, el gobierno estadal, privilegiaría en la adjudicación de recursos esta última opción.
La respuesta oficial de la USR ha sido la peor posible -repusieron la vieja 'región'-, no para ajustarse a la descentralización, ni para responder a la búsqueda de la eficiencia por pertinencia local. Sólo para facilitar la acción burocrática, que filtra por vía del papeleo y las instancias. Con el agregado, oído en varias ocasiones, de una idea, al parecer del gusto oficial, montada sobre la negociación, por demás demagógica, para proveer la "universidad regional" -la Universidad de Cojedes, de Aragua, de lo que sea, bajo tutela de la USR-, algo así como -recursos del estado por alguna presencia, ¿cuota de poder?, en el Núcleo correspondiente de la universidad-. Vaya bodrio de la politiquería.
Distinto a la circustancia territorial (administrativa), estaría el planteamiento de un espacio complejo, que responde al "movimiento" de los hechos, eventos del hacer humano. Tal espacio como una variable, sin límite fijo, donde "jugaría" el hacer universitario, que, dependiendo del peso y la diversidad existente de instituciones de este nivel, permitiría/demandaría un acuerdo, ¿de red?, para establecer/enfrentar las necesidades locales. Debemos comenzar por aquello que sea posible, no importa si sólo responde a los intereses más inmediatos de cada institución. Creando dos niveles de "enrejado": uno, en la relación interna, de sus objetivos, sus fortalezas, burocracia, etc.; otro, en la relación con el "Area de influencia", el espacio con el que puede enfrentarse. Y en dos niveles de desarrollo: si se pretende sólo credencializar (egresar graduados), la red del espacio en cuestión puede armarse sobre las carencias, las debilidades de la función. ¿Horizontalizar lo que hasta ahora entra en competencia?. Si se amplía la pretensión, profundizando las funciones, la red podría llegar al nivel de los proyectos (de investigación, extensión), de la discusión universitaria de cualquiera de los temas que se requiera. Entonces el espacio que señalamos como complejo puede hacerse presente. Siempre que la universidad haya logrado saber que ¡no lleva la verdad a la comunidad de ese espacio!, sólo, quizás, una forma de pensarla. ¿Podemos llamar región a lo presentado por la USR?.
Eloy Cano Castro
Los tiempos que corren exigen de las instituciones -como mínimo- el cumplimiento de la función para la que existen. Las universidades en particular están sometidas a múltiples presiones que aparentemente van in crescendo, debido principalmente a la proporción de recursos en ellas invertido en relación con otros sectores financiados por el Estado (ver p.e. en SIC, mayo-96, la opinión de Leonardo Carvajal, presidente del Consejo Nacional de Educación). En la defensa de la pertinencia de estas instituciones se invocan diferentes argumentos, como p.e. para citar uno, la publicidad dada por la UCV al hecho haber obtenido las tres cuartas partes (75%) de los premios de ciencia en 1995. Por otra parte, existen elementos que contribuyen a la diferenciación entre universidades, entre los cuales el más invocado actualmente es la participación en la configuración de la red académica telemática (REACCIUN), donde se encuentran avanzadas ULA, UCV, LUZ, UCAB, USB y en menor medida UC, UDO, UNELLEZ, etc.
Vemos actualmente cómo, con diversas acciones, las universidades tienden a mejorar su funcionamiento y su efectividad y, al mismo tiempo, tienden a diferenciarse unas de otras con miras -supuestamente- al mantenimiento del prestigio de que disfrutan, merecen, o aspiran. La Universidad Simón Rodríguez ha pasado por diversas vicisitudes en esa búsqueda, que de alguna manera ha conducido a las variaciones que apreciamos de un tiempo a esta parte. Ciertos factores parecen jugar un papel preponderante en la conformación del prestigio de la USR, factores que son observables desde el exterior de la universidad y cuya continuidad garantizará el puesto que actualmente detenta. Algunos de ellos son:
Es posible que, basado en estos indicadores, Orlando Albornoz se haya visto compelido a dedicar a la USR el artículo -a página completa- publicado en El Globo el 11- mayo-96 (La Universidad venezolana en la era virtual), en el cual pone en evidencia el prestigio que algunas instituciones andan buscando y el que otras no pueden quitarse.
Héctor Freneites
En boca cerrada...
Declaraciones
Conflictos
Misceláneas
Decanato Nº docentes Costo/mes Occidente 28 Bs. 553.670 Oriente 45 Bs. 840.113 Central 42 Bs. 1.277.295 Metropoliano 64 Bs. 1.239.435
--la cuestión--vehículo de opinión universitaria-- 15 de mayo de 1996, número 32-- --Editor-director: Eloy Cano Castro-- eloycanocastro@gmail.com
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