la cuestión: número 70vehículo de opinión universitaria - 3 años 4 de marzo de 1998Contenido:
(Página base de la cuestión:) La Alta Gerencia: ¿Un mal necesario?William HernándezEn repetidas oportunidades la gerencia o la falta de ella explica, justifica, acomoda o saca del paso a los gerentes. Esto que parece una rara afirmación, puede contrastarse con la realidad que vivimos. Vivimos la época del gerencismo, el cual consiste en aquel proceso donde luego de haber sido resueltos todos los males de la organización pública y privada criolla, llega la hora de la gerencia. Puede ser concebido el gerencismo igualmente, como la ciencia que razona cualquier motivo relacionado con cambio de ministro o director de alguna institución en época electoral y que se traduce, palabras más, palabras menos, en algo así como "la destitución del doctor fulano se fundamenta en asuntos gerenciales", o "hemos realizado los cambios ya conocidos para impulsar gerencialmente el proceso". Venezuela debe ser la primera nación del mundo o al menos de la América Latina en contar con más gerentes por habitante, o por kilómetro cuadrado si lo medimos por el número de anuncios en prensa, afiches de universidades nacionales o privadas, academias privadas y los llamados centros de formación integral. Si partimos de la ley que rige nuestros destinos desde hace algunos años de capitalismo avanzado, como es la de oferta y demanda, estimamos que por cada curso de los señalados asisten al menos cuatro venezolanos que se encuentran activos en el mercado laboral. El gerencismo criollo es una fuente incalculable de manifestaciones sobre las cuales autores como Deming, Senge, Drucker, Osborne o cualquier gurú de la gerencia moderna y también de la postmoderna, puedan extraer experiencias, casos prácticos y relevantes discursos que colocan sobre el tapete la alta riqueza de Venezuela en asuntos relacionados con el gerencismo. Pero veamos algunas de las características más profundamente destacadas de los gerentes autóctonos en aras de colocar a Venezuela en un lugar relevante ante los más excelsos escritores sobre el tema. A fin de cuentas, la gerencia determina, en última instancia el desarrollo de las fuerzas productivas de una nación. Por el lado de las organizaciones públicas, encontramos al Alcalde de Caracas arrancándole a la ciudad vía decreto el terminal hacia el occidente del país, llamado Nuevo Circo. Lo importante de esto es realizarlo desde las propias instalaciones del terminal de pasajeros y bajo el análisis que debe manifestarse de la forma siguiente. Luego de dos años al frente de la Alcaldía es necesario (en año electoral) decretar la salida del terminal manifestando que donde se ubique de nuevo es solo problema del ejecutivo nacional, él al menos cumple con su deber de gerente municipal. O después de habernos hecho sufrir por la cantidad de basura sin recolectar por la crisis del único relleno sanitario de la ciudad, deciden un buen día que ahora sí lo solucionarán responsablemente y gerencialmente en vista de que crearán nuevos rellenos sanitarios. El Alcalde de Caracas, quién participó en el pasado en gobiernos de la ciudad de su partido popular y gerencialmente capaz, un buen día realizando un análisis Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas, de la situación en las encuestas, decide tomar estas medidas gerencialmente iluminadas. Pero la riqueza de los gerencismos venezolanos no es atributo único del Alcalde de la parte oeste de la ciudad y por eso lo estrecho de las encuestas de opinión para la escogencia de candidatos. En el este contamos con manifestaciones aún mejores, como es el caso de la señorita que encarna la imagen pura y necesaria de redención de todos los venezolanos. En este caso, la gerenciación ha consistido en administrar cuatro calles, un mercadito, dos plazas y cientos de miles de centros comerciales que generan los mayores impuestos urbanos del país, pero donde es imposible circular en vehículo a pesar de la mejor policía de circulación del mundo, ni circular como peatón ya que los comercios tienen sus tiendas casi en las aceras o a la construcción de un centro comercial nuevo o los carros se encuentran sobre la acera molestando el paso de los mismos peatones. La empresa privada venezolana es el mayor artífice de experiencias aleccionadoras sobre el tema gerencista. Los bancos son ejemplos dignos de ellos. Sus más altos representantes insisten en la necesidad de la subida de las tasas que nos cobran a nosotros por cuidar nuestro dinero (presente o futuro), pero rebajan las tasas que nos pagan por ser nosotros clientes de ellos. Entre una y otra existe una diferencia de más o menos veinte puntos que solo se debe al pago en agradecimiento que debemos realizar porque sean ellos quienes nos guarden nuestros ahorritos. A fin de cuentas, ser banquero bajo esas condiciones tan inestables es muy difícil y por lo tanto estresante y eso se debe premiar. El gerencismo termina definiéndose como la capacidad de los funcionarios venezolanos, públicos o privados, de aprovechar el problema por ellos creado para tener los mejores resultados (personales) electorales o financieros (o ambos al mismo tiempo) como producto de su responsabilidad ante los ciudadanos venezolanos y extranjeros residenciados en el país. Pero, y allí estriba la capacidad de la alta gerencia venezolana cuando la acción gerencial produce en los venezolanos la necesidad de agradecemiento en votos o con nuestras compras ( ¿es lo mismo?) premiando la acción tomada por ellos no para solucionar el problema creado sino para premiar el esfuerzo realizado. Que dios y la patria los premien. La capacidad gerencial, según uno de sus mayores exponentes, es la madre que explica todas las posibilidades de éxito asegurado de los venezolanos. Por ello nuestras universidades deberán cambiar la oferta académica, eliminando cosas tan inútiles como filosofía o sociología y comenzar a impartir cursos de gerenciación. Total, ejemplos prácticos nos sobran, docentes parecen existir suficientes y la demanda se encuentra garantizada. (Inicio de este número) (Página base de la cuestión:) Adequidad, adecos y adequismo (II)Decíamos en artículo anterior que el problema a considerar dentro de lo que significan ciertos comportamientos de Acción Democrática en Venezuela, no es tanto el ser adeco, o los adecos en sí mismos, sino la nefasta ideología que en nombre de este partido ha sido creada, recreada y abusada en el país. Decíamos además, que el ser adeco se ha demonizado a tal punto que se identifican muchos de los problemas del país con esa condición. Valía la pena, agregábamos, analizar esta situación con alguna síndéresis y particularmente con objetividad. Aunque esto último no es nada fácil -diríamos que es casi imposible- lo intentaremos dentro de las limitaciones que nos deja la ignorancia en sociología política. Un ex-compañero de pregrado -más alla del tiempo actual- me decía no sin cierta dosis de humor que el primer adeco en Venezuela había sido Páez; de otra parte, un amigo sociólogo (académico muy serio), me confió alguna vez que los adecos actuales son personificados en el pasado histórico venezolano a través de la figura de Guzmán Blanco (autoritarismo, peculado, desvirtuación de la figura del gobierno, apropación indebida de bienes públicos, etc.); vale decir -según este amigo- el ilustre americano habría tenido (resumido) muchas de las características de los adecos de las últimas décadas. Estas afirmaciones de mis amigos de algún modo corroboran lo que me niego a aceptar: que el ser adeco es más viejo que Guaicaipuro. Por ejemplo, no creo que sea parangonable, por decir algo, la valentía de Páez con la del acompañante de Ruiz Pineda en momentos de su asesinato, y de otra parte, no hay comparación entre la "ranchificación" contemporánea y la "europeización" que se proponía el liberal amarillo. Para no generalizar, no obstante, distinguiremos entre adecos, adequidad y adequismo. Adecos son los miembros del partido fundado, entre otros, por Rómulo Betancourt; adequidad es algo así como la condición de pertenencia a ese partido, y el adequismo, decíamos, es la ideología corriente más difundida y exitosa tras la cual se ha expresado durante las últimas décadas una nefasta acción política. Habrá que distinguir, empero, que la ideología (teórica) con que se funda el partido, la cual implicaba representación de las clases populares, honestidad en el manejo de los bienes públicos, amplitud política en el manejo del poder, etc., es bien distinta a la que hemos catalogado como "corriente" y que es la base de un comportamiento ajeno a los principos de la moral y de la ética públicas (que corroe las bases de un partido -y de un país-). Es bueno aclarar, bajo esta premisa (suerte de médula de la discusión), que el adequismo no es una ideología exclusíva de Ación Democrática; en este partido están, eso sí, sus creadores; es decir, podemos afirmar que hay adecos cuya adequidad no se corresponde con el adequismo (siento un gran respeto por Felipe Gómez Alvarez, por ejemplo; asimismo, el anterior y el actual gobernador de Monagas han sido buenos ejemplos de gestión); y que hay adequismo en sectores distintos al partido original (es decir, hay "adecos" en el MAS, en Copei (se dice de modo corriente que Luis Herrera es el más adeco de los copeyanos); en la Causa R, y es posible que en las Fuerzas Armadas). Podemos afirmar, en consecuencia, que el adequismo es una especie de enfermedad viral (un mal nacional) que ha venido infectando al sector político (y últimamente al no político) venezolano; podemos decir además que la etiología tiene que ver con la ignorancia cuidadosamente inducida y mantenida en la sociedad venezolana, cuya expresión más patética es el deterioro de la educación nacional como mecanismo para garantizar su reproducción, y además podemos afirmar que la profilaxis está, en consecuencia, en el rescate para la reconstrucción del país, de este servicio público esencial. Es decir, hace falta un "desaprendizaje" del adequismo, y eso se logra con una contra-ideología a través del mecanismo de la educación. La lucha no es fácil porque quienes manejan los hilos más finos de tal servicio son precisamente los poseídos del adequismo más excelso. La pregunta sería ¿cómo ponerle el cascabel al gato, y quién se lo pone cuando la educación está pasando por su peor momento en la historia del país? (Inicio de este número) (Página base de la cuestión:) Breves universitariasEl eclipse total solar ha revitalizado mi compromiso con la apática comunidad universitaria de la USR. Una aproximación al proyecto de ley de educación
superior
Nota: La declaración de AVERU del 25-02-98, respecto al Proyecto de Educación Superior, es bastante significativa: Misceláneas
(Inicio de este número) (Página base de la cuestión:) la cuestión: 70 tercer aniversario espacio de discusión universitaria en la tambiEn en versión impresa © 1998 Editor: Eloy Cano Castro (USR) |