la cuestión:

vehículo de opinión universitaria-- 9 de diciembre de 1998--número 90

Contenido:



Cambio de gobierno...
y de la universidad ¿qué?

Héctor Realpe I. (UC)

En el debate electoral pasado, tan trascendental por todo lo que estaba en juego, principalmente para la clase política, porque para el pueblo todo está por verse, llamaba la atención el que no se hubiera suscitado un debate sincero sobre el futuro de la universidad pública, pues ni los docentes aspirantes a diputaciones, ni la dirigencia gremial plantearon este tema o si lo hicieron, fue ante quienes ya están de salida como nuestro inefable ministro de Educación.

Así, pareciera que ha pasado a un segundo plano el hecho evidente de que la universidad pública se está muriendo de mengua... si, con el maquiavélico estrangulamiento del presupuesto se ha ido logrando el deterioro académico, investigativo y de la autoestima universitaria. Las principales universidades tienen a gran parte de su planta docente jubilándose, no hay dinero para hacer reposición de cargos y donde es perentorio abrir concursos por la calidad del profesional requerido, los mismos quedan desiertos pues la baja remuneración no incentiva a los posibles candidatos. No podía ser de otra manera, cuando seguimos tutelados por líderes políticos y gremiales que (o por no tener perspectivas en sintonía con el país, o por supuestamente cuidar "conquistas" gremiales que en la práctica van siendo inaplicables, o por complicidad ingenua o intencionada con el gobierno, o por perspectivas políticas personalistas) han equivocado completamente la pelea y han preferido plantear "peleitas" a lo interno dentro de cada universidad (da más dividendos políticos) aún a sabiendas de que el presupuesto está recortado, pareciera para algunos que la consigna es "dennos a nosotros, que los demás no nos importan".

Pero sea cual fuere el tratamiento que se nos dé en el próximo gobierno, hace falta la reforma interna que muestre lo que realmente somos. Desde afuera se ha dicho que los docentes, empleados y obreros universitarios somos unos privilegiados cobrando sin trabajar y aunque esa aseveración por lo genérica es injusta, sabemos que no todo el personal cumple con su dedicación a la docencia, la investigación, la extensión y la administración; sin embargo, hasta hoy, no nos hemos auditado exhaustivamente para demostrarle al gobierno y a la opinión pública, las reales necesidades presupuestarias. Esta crítica es válida para todas las instancias universitarias; ahora, por primera vez vimos publicado en Tiempo Universitario -publicación semanal de la Universidad de Carabobo-, los costos de nómina y de funcionamiento de nuestra universidad, en contraste con los aportes del ejecutivo, revelándonse la dramática crisis financiera, hecho que debe llamarnos a la reflexión en cuanto a cómo y dónde hacer las reclamaciones que nos angustian. Con la misma función pedagógica moralizante, convendría se conociera cómo es la distribución de estudiantes y del personal docente, administrativo y obrero por facultades, por escuelas y por departamentos; que se conozcan las asignaturas, intensidad horaria y grupos con la carga horaria semanal promedio por período lectivo de cada docente; igualmente, cuál es la producción en investigación con la calidad de la misma de conformidad a los cánones con la cual se mide; los trabajos de ascenso y la pertinencia de los mismos en cada escuela; que se conozca cómo se proyecta la Universidad a la sociedad, qué tipo de extensión y servicio se hace y finalmente, conocer (o producir si no existen) los planes de crecimiento -o de supervivencia- de las escuelas y facultades.

Hay necesidad de pronunciarnos con ideas y posiciones, hay que debatir y beligerar: PLES, constituyente, homologación, seguridad social... tengamos en cuenta que si se da la Constituyente, la Universidad debe estar representada como ente rector de la docencia y la investigación. Con cintillos y marchas no se está logrando la convocatoria que el problema amerita; hace falta originalidad y adecuación a los tiempos de esta transición de siglo (recordemos que lo único novedoso y que concitó el interés hasta de la prensa mundial fue el movimiento estudiantil de los "azules" que paró el PLES); y por sobre todo, en esta coyuntura que vive la universidad, debe mostrar absoluta coherencia interna, pues no es posible que sin mayor debate, podamos plegarnos al chantaje económico de un CONADES, que al no tener representación oficial de las universidades, se convierte a todas luces en otra forma de intervención.

(Ir al inicio) (Ir a página base) (Ir a página índice)

Notas dispersas:

Conspícuo y secreto

Eloy Cano Castro

Refrán
¿Qué sentido tiene el secreto en instituciones públicas? Una idea se obtiene de los papeles que el gobierno de EEUU "desclasifica" cuando cumplen 25 años. Cuando se van dando a conocer, generalmente se confirma lo que todo el mundo suponía, p.e. la intervención de la CIA en el golpe de 1973 en Chile. El caso es que cuando se devela el secreto queda evidenciado que el tal secreto sólo perseguía ocultar la cochinada que sería intolerable en forma pública. De allí que cuando en las instituciones públicas (y pienso particularmente en algunas universidades) no se obtiene información y todo se maneja en secreto (que no es oficial, es decir, es más falso aún que el gringo), donde todo es tácito y nada explícito, uno empieza a pensar mal, y como dice el refrán, casi seguro que acierta. ¿Llegará el día en que la información pública será pública? Cuando el presupuesto, los viáticos, las becas, los montos pagados por construcciones infinitas, las reconsideraciones de precios, las licitaciones amarradas, las donaciones, los traspasos, los depósitos en bancos, los cobros por intereses, los parentescos, etc. para no alargar más la lista, cuando toda esa información que debe ser pública, lo sea, se evitarán muchas suspicacias, aunque simultánemente se confirmen muchas otras.
Sentimientos
Si el sentimiento anticorrupción fue el causante del resultado electoral en la elección presidencial, conviene preguntarse cómo se va a traducir esa exaltación en manifestaciones concretas. El corrupto -y particularmente el corrupto conspicuo- ha venido siendo una persona respetada, a quien no se puede "probar" nada, de la que no hay una sola constancia de "malos manejos" y que habitualmente está protegida por un "cinturón protector", y no hablamos aquí de las ideas de Lakatos, sino de cómplices. Esto constituye su mayor seguridad, expresada lacónica y dramáticamente en frases como "Yo no me voy solo pa'l Junquito" y similares. Es de suponer que las medidas anticorrupción más efectivas sean las que se apliquen justamente a estos corruptos conspicuos, y que eso sea suficiente ejemplo para corregir otras situaciones de menor jerarquía, como p.e. las que se ven en algunas universidades a la hora de repartir cupos, realizar concursos, incorporar personal, y al recortar el tiempo y la intensidad de lo académico, para no mencionar sino algunas pequeñas cosas. En cualquier caso, ya lo dijo Carlos Andrés Pérez, el dinero y la tos no pueden ocultarse, y aunque el corrupto no deja huellas, no puede ocultar su naturaleza.
Empatía
Quienes han sufrido más de una vez los resultados de una "aplanadora" sin argumentos (esta es una maniobra generalmente, aunque no exclusivamente, adeca) no pueden dejar de sentir cierta simpatía por la situación vivida por el ex-candidato de AD a la presidencia de la República, Luis Alfaro Ucero. Entre las cosas que han sucedido en estos últimos 20 días en Venezuela, es ésta una de las más sorprendentes. ¿Quién hubiera pensado que la persona que uno consideraba prácticamente como inventor de la 'aplanadora' iba a ser su víctima también? Es notable cómo nos llenamos de empatía cuando cualquier otra persona vivencia lo que es común para nosotros. Y Alfaro ha conseguido eso: no es adeco y ha sido víctima de una maniobra adeca.
(Ir al inicio) (Ir a página base) (Ir a página índice)

Breves Universitarias

Héctor Freneites

Interesante lo expuesto por el prof. Absalón Méndez Cegarra, de la UCV, en su artículo "Responsabilidad patronal de las universidades nacionales" (El Globo, 18-1198), afirma:
Algunas apreciaciones de A.L. Cárdenas: Todo esto lo descubrió el ministro en su actual ejercicio.
El CNU autorizó el presupuesto universitario para 1999 por Bs. 710.000 millones. El rector de la UCV, salvó su voto.
Los estudiantes de la USB introdujeron ante la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, un recurso de amparo contra el pago de los Bs. 50.000 que continúan exigiendo las autoridades de la USB. El escrito lo respaldaron 3.000 firmas.
El rector de la USB denunció ante el CNU la violación de la autonomía universitaria. En la USR, también quisiéramos poner a su Consejo Directivo en la "banquillo" por todas las acciones y decisiones tomadas de manera autoritaria, inconsulta e irrespetuosa en contra de la institución y sus integrantes.
Nos llamó la atención la siguiente información:
"La Sala Político Administrativa de la Corte Suprema de Justicia admitió el Amparo interpuesto por el General de Brigada (Ej) Luis A. Betancourt Infante, en virtud del "silencio administrativo" asumido por el ministro de la Defensa frente a unos recursos intentados por el demandante."
¿Cuál es el caso? El General alega: finalmente, ante la imposibilidad de recibir satisfacción por parte de la institución, el General de Brigada (Ej) Luis A. Betancourt Infante acudió a la Corte Suprema.
"Silencio administrativo": ¿lo que es normal en nuestro medio será anormal en otro?
El día del Profesor Universitario, 5 de diciembre, pasó sin pena ni gloria.
Esperaremos por el próximo gobierno para conocer acerca del futuro de la educación superior...
Del artículo del profesor Max Contasti (UNA) "Escalafón académico y sueldos universitarios" (El Globo, 4-11-98) extraemos la siguiente información:

El sueldo básico de un profesor titular en

         1960   $ 1200 aprox.
1973 $ 1500 "
1982 $ 3400 "
1988 $ 788 "
1993 $ 1000 "
1998 $ 1200 "
El período más deplorable y negativo fue 1983-1989. Desde 1991, con la proposición de diferentes sistemas de Heterologación: PPI, CONABA, PEI, CONADES, bonos de productividad y otros, podemos afirmar razonablemente que en referencia a sueldos universitarios, los dos últimos gobiernos han tratado de mejorar lo que fue el nefasto sexenio 1983-1989.
La USR En estos tiempos de ajustes presupuestarios, la USR tiene que mirar el camino andado. Los recursos públicos hay que manejarlos con eficiencia, no para la promoción ególatra. Y la comunidad ueserrista tiene que entender que la vigilancia y control de esos recursos públicos que da el Estado es responsabilidad de todos nosotros, la comunidad.
(Ir al inicio) (Ir a página base) (Ir a página índice)

Carta

Ley de Jubilación. Esto es una solicitud de auxilio. Porque la he buscado y no la he conseguido, la pedí en mi sindicato y me dijeron que aún no había salido de la imprenta nacional. Lo cierto es que al parecer la jubilación de nosotros los docentes se otorgará a los 60 años de edad. ¿Cómo queda lo establecido en la ley de Educación y en las contrataciones colectivas? Sin duda que esta ley colide con los beneficios obtenidos. Si esto es así, esto es demandable. Y por cierto ¿y Fapicuv? A quien tenga datos, se los agradeceré, si consigo la ley mencionada se las enviaré. Eddy Prieto IUT. RC
(Ir al inicio) (Ir a página base) (Ir a página índice)



vehículo de opinión universitaria
© 1995-1998 Editor: Eloy Cano Castro (USR): eloycanocastro@gmail.com