la cuestión:

vehículo de opinión universitaria--17 de marzo de 1999, número 95

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Cuando la casa se llena de sombras...

Douglas Marín Ch. (UCV)

Pareciera que hace ya muchos años que las universidades nacionales dejaron de estar a la cabeza del país para situarse más bien a la retaguardia. Una prueba reciente de ello es que mientras en las elecciones regionales y nacionales, incluyendo las de cuerpos deliberantes, el votante sabe por qué y por quién vota, todavía en las elecciones decanales de la UCV, por ejemplo, sólo se conoce el nombre del candidato a decano, quien una vez electo, es libre de escoger "mediantes negociaciones a posteriori" a los compañeros que más le gusten para conformar su gobierno, aunque ello no es un mecanismo ético ni democrático. Por lo menos sería aceptable si en todos los casos se seleccionaran personas capaces, cuyos méritos vayan más allá de la amistad con el recién electo decano. Dicho de otra manera, mientras en las elecciones nacionales, todos los que votaron por Chávez estaban conscientes de que lo hacían por el proceso constituyente, todavía en las elecciones universitarias se vota sólo por una persona y no por programas de transformación institucional, a ser ejecutados por equipos competentes, que reinserten a las casas de estudios superiores en el lugar que les corresponde.

Otro hecho ilustrativo de que la universidad hoy en día es un reflejo de lo que pasa en el país, en vez de ser vanguardia del mismo, es que se repiten internamente los mismos procesos de reacomodo ante los inminentes cambios que se avecinan. En efecto, así como en escala nacional los partidos tradicionales luchan deseperadamente por impedir cambios dramáticos que implican la pérdida de privilegios, también en la universidad quienes detentan el poder constituido hacen lo imposible por mantener a sus parciales atornillados a los puestos de control, impidiendo el avance, las nuevas ideas, la apertura y la conexión con la realidad.

Hace aproximadamente cuatro años, en el Consejo Universitario de la UCV se discutió la proposición de exigir el título de doctor para acceder a la candidatura rectoral. Ello fue mayoritariamente rechazado aparentemente por los seguidores del actual rector, quien concluye su gestión sin hechos trascendentales y careciendo el mencionado diploma. En cambio, ante la posibilidad de que algunos decanos aspirantes a repetir en sus cargos, pudieran ser desplazados por otros candidatos en las elecciones a celebrarse el próximo 18 de marzo, el Consejo Universitario aprobó en enero entre sus asunto urgentes, una resolución según la cual para ascender a las categorías de Asociado y Titular, así como para aspirar a rector, vicerrector, secretario o decano, se le da mayor peso a la formación de pregrado (o sea el título que otorga la facultad en cuestión), y establece el requisito doctoral para las Facultades de Agronomía, Ciencias (con excepción de los Licenciados en Tecnología de Alimentos a quienes sólo demanda maestría), Ciencias Jurídicas y Políticas, y para los egresados en la mención Estructuras de Ingeniería Civil, los ingenieros geólogos y los ingenieros metalúrgicos. Para los otros casos, que comprenden egresados de 8 facultades, los requisitos oscilan entre la simple licenciatura, la especialización y la maestría. A los sociólogos, farmacéuticos, arquitectos y odontólogos por ejemplo, sólo se les pide esos títulos para ascender a Asociado y Titular o para ser candidatos a decano o rector.

La verdad es que uno no sabe si detrás de tal disparidad de requisitos se encuentra la realidad de una universidad tan heterogénea en su grado de desarrollo que más bien ha funcionado como una federación de escuelas y facultades, o simplemente es un reflejo de la correlación de fuerzas (o intereses) presentes por ahora en el Consejo Universitario. No es que estemos en contra de una mayor exigencia académica, sino en contra de la evidente discreccionalidad con la cual el Consejo Universitario asume su posición en relación con los doctorados, justamente cuando comenzaba la actual campaña electoral. Llama la atención que mientras el discurso público apoya la transdiciplinaridad en vez del enfoque disciplinario y solitario, la integración en vez de la especialización, la colaboración en vez de la dispersión... ¡la práctica va por otro camino! En plena era de la cibernética, de las redes que conectan en instantes los lugares más remotos del mundo, seguimos retrocediendo al reduccionismo para preservar ciertos poderes.

Pero, por otra parte, ese mismo Consejo no ha sido capaz de discutir y poner correctivos ante la poca eficiencia con la cual se emplea el tiempo en la UCV, donde cada escuela y facultad tiene su calendario, y ha dado largas a la aplicación de la Resolución 198, que obliga a los docentes a ponerse al día con sus trabajos de ascenso, porque los posibles afectados, con numerosas firmas de por medio, hicieron ver que el ascenso es un derecho y no una obligación. La medida vale sólo para el eslabón más débil o sea el de los profesores instructores, quienes aparentemente no tienen dolientes (ellos no votan).



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El universo narrativo de Jorge Luis Borges

Delia Barreiro Pérez
                       "Pasé gran parte  de mi niñez encerrado. 
No teniendo chicos amigos, mi hermana y yo
nos inventamos dos compañeros imaginarios...
cuando nos aburrimos de ellos, le dijimos a
nuestra madre que habían muerto"
J.L. Borges

Entre los forjadores de la gran narrativa latinoamericana contemporánea figura en destacadísimo lugar Jorge Luis Borges, nacido un 24 de agosto de 1899. Este año se cumple el primer centenario de ese suceso y, poco faltó para que el escritor estuviese relacionado casi un siglo con la literatura, pues desde pequeño existió dicha relación: a los ocho años escribía su primer cuento, y a los nueve traduciría del inglés "El principie feliz" de O. Wilde.

Contaba ya con una notable obra poética y ensayística antes de iniciarse en la prosa de ficción y, precisamente de la obra narrativa de Borges es que quiero hablarles, les recomiendo el volumen "Ficciones", pues en él se reúne, según lo que creo, algunos de los relatos que contienen la mayoría de las claves del universo narrativo de este escritor. Ficciones apareció publicado en 1944 incluyendo el volumen "El jardín de senderos que se bifurcan", editado en el año 41, y una nueva colección de relatos titulada "Artificios". En 1956 añadiría a esta última los relatos "El fin", "La secta del Fénix" y "El sur".

Uno de los elementos que más llaman la atención de esta obra, es el hecho de que Borges recurra a tantos "artificios", por ejemplo: la mención de autores contemporáneos o no, que aparece junto a la de personajes apócrifos, de exclusiva creación borgiana. Posiblemente de la obra "Dr. Jekill and Mr.Hyde" de Stevenson; Borges incorpora la idea de desdoblarse, tan usual en sus últimos poemas. Otro de los aspectos interesantes es como el narrador Borges se materializa, presentándose a la vez como protagonista de muchos de sus cuentos.

Las reflexiones, en las que Borges abunda, están al servicio del relato, configurado como una intriga que conduce a un final sorprendente, o como la proposición de un enigma; todos los relatos de "Ficciones" encierran algún componente deslumbrante, asombroso; en todos se suscitan múltiples y aun contrapuestas lecturas o interpretaciones.

Puede sorprender el tratamiento de algunos de ellos a la manera de la novela policial; en "El jardín de los senderos que se bifurcan" y en "La muerte y la brújula" se encuentran transferencias (del espacio al tiempo, de lo sobrenatural a lo terreno), tratadas con la estructura de intriga policial.

Hay la presencia de relatos construidos a partir de relaciones con otros textos literarios, también inventados por Borges en su mayoría como en el caso de "El acercamiento a Almotásim", "Pierre Menard, autor del Quijote", "Tres versiones de Judas" y "Examen de la obra de Herbert Quám". En "El fin", el tema de la pelea entre el gaucho y el negro, ha sido tomado directamente del "Martín Fierro" de José Hernández.

"La biblioteca de babel" puede ser considerada como la gran metáfora del universo; es en este relato donde se encuentran algunas de las ideas más recurrentes de Borges con respecto al tiempo, al espacio, al destino de la humanidad.

Finalmente, considero a "Las ruinas circulares" como el cuento más acabado de este volumen y quizá de toda su obra narrativa; allí se encuentra uno de los motivos más frecuentes en Borges: el del entrecruzamiento entre el sueño y la realidad, lo que conduce a un misterio mayor: ¿Somos sólo criaturas soñadas por algún ser superior?.



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Breves Universitarias

Héctor Freneites
Alerta en el Consejo Superior: se necesita actuar como un solo equipo para higienizar la universidad.