la cuestión:
vehículo de opinión universitaria--7 de abril de 1999, número 96Contenido:
- La universidad pública en el proceso constituyente
Aníbal Pérez
- Visión de Género
Jesús Vivas
- La psiconeuroinmunología y un nuevo modelo de salud
Gonzalo Pagua García
(Ir a página base) (Ir a página índice) La universidad pública en el proceso constituyente
Aníbal Pérez
(UC)Se afirma que el motor de la democracia lo constituye la participación del colectivo en la toma de decisiones en aquellos procesos que determinan la existencia, la producción y reproducción de la vida material, espiritual, económica, política y cultural del hombre en su doble dimensión: individual y colectiva.
La universidad, cuya misión está impresa como la búsqueda de la verdad, emerge como proceso desideologizante y que opera como la confrontación descarnada de las diversas visiones de la realidad a través del dispositivo vinculante en lo colectivo como lo es la multidiversidad de sus actores fundamentales; en tal sentido hoy se le reclama al sector universitario una posición de compromiso para ayudar a protagonizar los cambios que se están operando en el país, pero este compromiso se nos plantea dentro de nuestra doble incertidumbre: a lo externo de la universidad y a lo interno.
Al puntualizar lo primero podemos señalar que la universidad está interrogada y confrontada con índices significativamente alarmantes: el 80% de pobreza; el 20% de desempleo; la ocupación de la tierra por parte de los sectores más desposeídos para construir aunque sea un ranchito; etc., etc. Si analizamos lo segundo, a lo interno de la universidad nos encontramos con el problema crónico del cerco económico y las gestas privatizadoras de la Educación, la descapitalización académica, el deterioro del acto docente con su desesperanza aprendida, los sueldos de hambre del trabajador universitario, el problema del presupuesto y su distribución, la democracia universitaria, la gobernabilidad, etc.
Sin embargo, la universidad todavía preserva las armas que han de defenderla, su autonomía relativa, su esencia en la búsqueda de la verdad a través del proceso de lo divergente, que nos configura como universitarios y nos redimensiona como sujetos sociales con capacidad para interpretar el acontecer interno y externo de la universidad y desde esta óptica la realidad nacional nos interpela continuamente con su incertidumbre, con sus valores, con su lucha de los contrarios y con su verdad, exigiendo de nosotros nuestro compromiso, no sólo para reinterpretarse, sino también para reconstruirse.
Debemos además reconfrontarnos con nuestro propio discurso de la pertinencia social, calidad y costos de la educación superior, y es que acaso no miramos estos conceptos desde el paradigma de la globalización y de la economía de mercado, que por cierto ya casi nadie cuestiona; desde esa óptica muchos sectores dentro y fuera de la institución universitaria emergen desde el discurso para hacer a la institución útil al capital, o por el contrario, no podremos replantearnos que esa misma institución sea útil a ese entramado social que sufre la crisis generada por ese modelo.
También hay que comprender que los cambios debemos producirlos en medio de nuestra incertidumbre, logrando transformar, no sólo nuestras actitudes, valores y creencias, sino también el entramado estructural que reglamenta la toma de decisiones a lo interno de la universidad; de allí la pertinencia del tema.
(Ir al inicio)(Ir a página base) (Ir a página índice) Visión de Género
Jesús Vivas
(UPEL)"Me celebro y me canto
Y aquello que yo me apropie
habrás de apropiarte,
porque todos los átomos
que me pertenecen también
te pertenecen".
Walt Whitman
Entre tantas cosas, el hombre también ha inventado sus propias cadenas. Pareciera que es necesario pasar por el infierno para llegar al estado deseado, donde el hombre habrá de recobrar sus pasos perdidos. La visión polar en blanco o negro que la tiranía de la razón nos ha impuesto, hace que aquella estupenda poeta mexicana, que fue "desgraciada por discreta y perseguida por hermosa" (Sor Juan Inés de la Cruz), desde una perspectiva estrogénica dijera: "Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón", mientras en el polo opuesto, Mario Benedetti diga: "Ustedes cuando aman/exigen bienestar/una cama de cedro y un colchón especial/nosotros cuando amamos es fácil de arreglar/con sábanas qué bueno/sin sábanas igual. Ustedes cuando aman/calculan interés y cuando se desaman/calculan otra vez". Esta visceralidad no permite abordar la solución a un conflicto milenario, que tendrá que ser resuelto. Hay que llevar el tema al terreno político. Esto implica una teoría y una praxis, es decir: conducta. Sin la menor duda, lo que transcendentemente mide la diferencia substancial entre los seres humanos, es la manera que tengan de ver el mundo y de practicar la vida. Admitamos que el desarrollo de la conciencia social es muy lento y difícil, y que en su mayoría los humanos mueren sin haber logrado esta conquista. Admitamos también que el sistema es todo un hilvanado de leyes, creencias, postulados, valores, prácticas, en fin: cultura que se nos impone desde nuestro nacimiento por diferentes vías. Entendamos que este poder que impone, trata de darle fuerzas a su aparato de castración y así, los dominados legitimen un poder que no les corresponde, lo que implica que toda nuestra educación persigue el fin primordial de reproducir el sistema. Tenemos ya la teoría, pero requerimos la práctica. Si para Sartre el hombre es un ser imperfecto en permanente camino hacia la libertad, ésta será el fruto de la teoría ejecutada en la práctica. La falsa conciencia y la falsa práctica nos viene, porque la enajenación y la alienación del sistema nos atrapan. Es en este terreno político en donde el temario queda al desnudo. Alfonsina Storni se apresta a intervenir en este debate: "brindo por tu adiestrada libertad, la soltura con que te sientes hijo claro de la natura". Sin duda, en términos globales, la mujer con su conducta es más aliada del sistema que le oprime, que los hombres. Si para Simone de Beauvoir no se nace mujer, sino se hace mujer, para Juan Nuño la mujer es un nacimiento tipificante de la biología. El desacato de la mujer de Lot a la palabra del hombre, ni la perversión de Salomé, ni el engaño de Dalila, ni la santidad de María o la lascivia y tentación de Eva, pueden ser parámetros referenciales, sólo posibles como códigos sociales de control. Tampoco la visión maniqueísta de dos sexos separados, posibilitan la claridad. Podemos sí, traer ejemplos que substancien la teoría, así es frecuente observar cómo la mujer trata de atraer al hombre al terreno conservador de la vida, en el que ella vive y cree. Aquí la piel y el sexo producen un casi estado mórbido que arrastra y seduce, pero, somos sexos y mucho más. Hablamos pues de una ruptura que debe iniciarse en nosotros mismos y aquí está la primera dificultad: hemos sido educados para resistirnos a los cmabios, sobre todo si los cambios implican ir contra el orden instituido. "Los árboles no nos dejan ver el bosque" porque así está construido el aparato de dominación. Es esta teoría y esta práctica lo que nos hace diferentes en la vida. Las otras diferencias, son secundarias. Somos más que piel y genitales, que leyes y valores, somos seres humanos. Por esto, todo lo humano nos pertenece, y sólo encontraremos el sentido de la vida en la visión holística del mundo y en la práctica diaria. La vida está llena de instantes, dice Borges. El tiempo es lo contrario al cuerpo, sostiene Octavio Paz. La vida es una sola canta el poeta.
(Ir al inicio)(Ir a página base) (Ir a página índice) Psiconeuroinmunología y un nuevo modelo de salud
Gonzalo Pagua García
(USR)Entre el 8 y el 12 de marzo se llevó a cabo en la Universidad Central de Venezuela el II Curso Teórico-práctico sobre la Aplicación Clínica y Social de la Psiconeuroinmunología, "Hacia la Medicina del siglo XXI", auspiciado por la Escuela de Medicina Vargas, la cátedra de Inmunología y Fundasinein.
La psiconeuroinmunología (PNI) es un modelo que estudia la autorregulación psicofisiológica del organismo, se entiende esto como la comunicación e interacción que se tiene entre la mente y los tres sistemas que mantienen la homeostasis: el nervioso, el inmune y el endocrino, a través de mediadores químicos.
Este modelo concibe al hombre desde un punto de vista holístico, es decir, sus pensamientos, cuerpo, órganos, células y emociones ubicados en un entorno familiar, social y espiritual. La enfermedad orgánica o psicológica es vista como una demanda del cuerpo, el cual nos da un mensaje referido a nuestra existencia, al tipo de vida que llevamos, sobre nuestro propósito de vida y nuestras creencias. Está comprobada la relación que existe entre el estrés físico o emocional y el desarrollo del cáncer y otras enfermedades.
La psiconeuroinmunología considera la relación de ayuda desde una perspectiva filosófica humanista, centrada en la persona, enfrentando el viejo paradigma de ver la enfermedad desde una posición técnico-mecanicista donde se trata el órgano afectado aisladamente; de igual manera se rompe con la dicotomía mente-cuerpo donde el psicólogo aborda el psiquismo y el médico el cuerpo físico. Este nuevo enfoque implica la participación de un equipo interdisciplinario donde el inmunólogo, endocrinólogo, sociólogo, docente, nutricionista, psicólogo y otros profesionales trabajan mancomunadamente, ya que el objetivo es sanar, prevenir la enfermedad, mejorar la calidad de vida del individuo.
Este modelo se apoya en diversas técnicas como la dinámica de grupo, la visualización creativa, la relajación, la música, el dibujo, el Tai-chi, y la programación neurolingüística. Se hace énfasis en el ejercicio, la alimentación y la respiración como fuentes de salud.
Con eventos como éste, la universidad se coloca una vez más a la vanguardia de los avances de la ciencia, rompiendo viejos esquemas y dando paso al conocimiento del siglo XXI.
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