Hubo un tiempo en que me parecía interesante imaginar casas para los amigos. Las manchas del papel delatan la antigüedad de la práctica. La planta de esta “mansión” unipersonal que se puede mal ver aquí es la de Gustavo en un tiempo en que tenía muchas manías.
Y como algunas cosas no cambian, las manías siguen ahí, vivitas…