En estos días tuve ocasión de hacer lo que se puede llamar la ‘ruta de las represas’; comenzando en Taiguaiguai, pasando por Tierra Blanca, otra cuyo elusivo nombre no alcanzo a recordar -cerca de Parapara-, la de Río Verde o Tiznados, y las dos del Pao ya en Cojedes.
Un circuito que recorre partes de Aragua, Guárico, Cojedes y Carabobo, y cuyo centro -si no geográfico, sí de gravedad- es el hermoso cerro Platillón, altura máxima de la Serranía del Interior, al sur del Lago de Valencia. Este Platillón tiene la aracterística de ser visible desde toda una circunferencia que va desde Maracay hasta San José de Tiznados, para no mencionar Tocuyito y El Sombrero, y no dudo que en el futuro sea una atracción turística de primer orden.
Aquí coloco una referencia visual: el edificio de la Alcaldía de El Pao, en la plaza Bolívar; una vista totalmente infrecuente , debido por supuesto a que la carretera que llega a esta población (y termina en La Guama), no tiene salida -asfaltada- hacia ningún otro lugar.