Revisé algunos papeles viejos y encontré que eso fue el 6 de marzo de 2003, cuando se preveía el inicio de la invasión del Iraq de Saddam. Escribí a favor de sus argumentos:
No puede ser que un loco delirante, guerrerista, iluminado por un fanatismo fundamentalista, que casualmente se encuentra a cargo de un país que tiene armas de destrucción masiva y que -de paso- ignora las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tenga al mundo y su precaria paz pendiente de los vaivenes de su mente enloquecida.
Por eso y otras razones, hay que hacer lo posible para fortalecer el papel de las Naciones Unidas y si es posible derrocar -diplomáticamente o por la fuerza del mundo unido- a ese loco.
Hay que salir de Bush. Y con sus argumentos es suficiente.