Sólo Dios sabrá dónde se encuentra la plata que ha ingresado a este país por venta de petróleo a lo largo de casi un siglo; pero tengo una hipótesis que cualquiera podrá corroborar, basta que haya vivido algunas decenas de años aquí: está en los brocales de calles y aceras. Un ejemplo bastará.
La autopista regional del centro, construida hace unos 40 años, está colapsada desde hace quizás 10 años (decía un amigo: a esta “autopista” lo único que le falta son los semáforos), cosa que se manifiesta particularmente en los peajes, donde todas las colas tienen su asiento (dentro del propio carro).
Pues bien, lejos de ampliar la autopista; de estudiar la mejor localización de los peajes, o de construir nuevos; de construir vías alternativas o de simplemente contribuir en algo eliminando los peajes existentes ¿qué se les ha ocurrido a los “creativos” gerentes de la autoridad correspondiente? Ya lo imaginará y tiene razón: están reparando los brocales de los peajes (empezando por La Encrucijada, que tiene cuatro canales y seguirá asi, pero con brocales renovados).
Esta mañana escuché en la radio la explicación sobre el particular. El gerente (de la autoridad correspondiente) dijo -y salió así en la prensa que leía el locutor- que estaban remodelando el peaje, particularmente el techo porque estaba muy dañado y tal y tal… y que ESTO aligeraría el tránsito… En fin, que toda la pobreza del país se puede explicar fácilmente estudiando la construcción de brocales.