Henry Harrison tuvo la oportunidad de dar unas vueltas por el mundo a fines del siglo XIX gracias a su trabajo en la armada británica, y fotografió todo lo que vió, pero también coloreó las fotos con acierto y según parece lo hacía en el propio sitio.
Por todas partes anda la noticia de que la esposa de su nieto, actual propietaria de este patrimonio, está vendiendo algunas de las fotos, razón comercial por la cual podemos acceder a unas pocas reproducciones que ilustran tanto aquella época imperial como el valor testimonial de las fotografías antiguas.
La de arriba muestra una imagen del nuevo canal de Suez y de un monje asceta musulmán (=derviche).
También estuvo en los años previos al levantamiento de los bóxers donde fotografió a unos chinos preparando la ejecución de otros (arriba). En Egipto vió, fotografió y pintó una escena de turistas ingleses visitando las pirámides.
Esperemos que en algún momento alguien -quizá sus nuevos propietarios- coloquen estos documentos o más bien sus copias digitales a disposición.