En flagrante contradicción con un artículo científico que comenté hace dos años, aparece otro (vía) en el que sus quince autores hicieron análisis de ADN mitocondrial y comparativo de restos etruscos, 27 esqueletos medievales y habitantes actuales de la zona etrusca, la Toscana, para llegar a la conclusión de que los toscanos no son descendientes de los etruscos; al menos por vía materna.
Dicen que hay continuidad genética entre las muestras medievales y las actuales pero no así con las más antiguas. El modelo que explicaría de forma sencilla esta situación es que hubo algún cambio importante en la población, antes del año 1000, pero cuál podría ser es algo que no mencionan.
A este paso, vamos a tener que confiar en los estudios científicos igual que en los rumores. Dos estudios con el mismo ADN mitocondrial, separados por dos años, sobre la misma población, dan resultados tan disímiles como los que se pueden obtener de suposiciones alegres e infundadas.