La gran pirámide sigue dando tema para especular, más que un punto de atracción extraterrestre parece una plataforma de lanzamiento de hipótesis. Un día es mágica, otro día contiene la historia de la humanidad expresada en números pétreos, otro más fue construida con bloques prefabricados de hormigón, y al siguiente quién sabe.
Lo último es la rampa interna. Bob Brier en el último número de Archaelogy , relata sumariamente las tres maneras que se han supuesto para la construcción de la gran pirámide (las otras pirámides no parecen tener tanto rollo):
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una rampa inmensamente larga que iba creciendo junto con la pirámide;
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una rampa que iba subiendo en espiral por los costados de la pirámide;
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o el uso de grúas y palancas para colocar unas piedras encima de otras.
Cada una tiene sus bemoles; la más aceptada últimamente era la de la rampa externa en espiral. Resulta que un día Henri Houdin estaba viendo un programa de televisión sobre la construcción de la gran pirámide y como experto constructor que era notó las inconsistencias y en el mismo momento se le ocurrió que la solución a los problemas planteados era el uso de una rampa en espiral, pero por dentro del volumen piramidal.
Eso fue por allá en 1999. Pero quien está al frente de la publicidad de la idea es su hijo, Jean-Pierre Houdin, quien resulta ser arquitecto y conocedor del mundo de la representación tridimensional computarizada y se ha dedicado desde entonces a estudiar el asunto, apoyado por la empresa Dassault Systèmes, con la cual han montado un negocio nada trivial que incluye proyecciones en 3D en un auditorio semiesférico.
De hecho, la gran cantidad de material que se consigue al respecto se debe a que es material publicitario para los productos de la empresa. En todo caso, este es el sitio, que llaman ‘Khufu revelado’.
Detrás de toda esa cantidad de propaganda hay sin embargo unas ideas interesantes. Houdin (hijo) ha construido unas simulaciones muy completas en las que el tiempo requerido para la construcción resulta ser de veintitrés años (contra 20 que dice Heródoto).
También aporta explicaciones para varios elementos que siempre han generado dudas, por ejemplo, que la cámara subterránea y la denominada “de la reina” eran cámaras funerarias para el caso de la muerte anticipada del faraón. La construcción se habría llevado quince años para llegar hasta el primer tercio de la altura de la pirámide (que incluye la mayor parte del material requerido); hasta allí se habría utilizado una rampa externa cuyas piedras se utilizarían posteriormente en la parte alta de la pirámide.
Supone que para subir las grandes piedras que se encuentran sobre la cámara del rey se utilizó la “gran galería” y de allí la forma que tiene, mediante contrapesos que reducían la cantidad de trabajadores requeridos.
A los veinte años, ya se habría culminado la altura total y el trabajo consistiría en descender colocando la capa de acabado que taparía la rampa para convertirla -ahora sí- en interna. Aparte de los detalles constructivos y la justificación de cosas como las esquinas ampliadas (para rotar las piedras en su camino ascendente), uno de los mejores argumentos a favor de esta idea es la imagen tomada en 1986, una microgravimetría detallada, que mostraba una variación de densidades que no había tenido explicación hasta ahora.
Sólo hay que esperar hasta una próxima hipótesis…