En muchos sitios se comenta el “nuevo” descubrimiento: los ingleses descienden principalmente de una población del norte de la península ibérica; comparativamente, las trazas dejadas por anglos, sajones, normandos y demás son minoritarias.
Al profundizar un poco se da uno cuenta -como está sucediendo con tanta frecuencia- que el asunto ni es nuevo ni es descubrimiento. Lo que pasa es que Bryan Sykes acaba de publicar un libro que recapitula sobre el tema, exagerando quizás el asunto de la ascendencia ibérica y todo el revuelo periodístico no es más que otra campaña publicitaria más. De todos modos, el asunto es interesante porque no es la ruta de poblamiento que uno esperaría.
El estudio del cual se deduce esto fue hecho sobre muestras tomadas a 10.000 habitantes de las islas británicas. En algunos sitios resumen diciendo que la mayoría de los británicos son celtas. Pero como bien especifica Stephen Oppenheimer hablar de “celtas” no tiene sentido alguno, sino el que ha ido adquiriendo en la confusión de las propuestas de los últimos siglos.
Hasta hace poco se suponía que la población principal de Gran Bretaña procedía de la invasión anglosajona del siglo IV o V. Este estudio resalta que todas las invasiones que llegaron allí fueron de poca población y de capas elitescas o dominantes (como en todas partes). Ahora luce más pertinente que nunca antes el poemita que alguna vez me contó un madrileño:
Español que va a Inglaterra
y se mete a la recluta
ya no es más hijo de España
sino de la gran... Bretaña