Un terremoto destruyó el pueblo jordano de Madaba en el año 746 dejando en ruinas entre otras cosas una iglesia cristiana que quedó así por cientos de años. Un edicto del sultán Soleiman, c. 1540, permitía en estos casos a los cristianos griegos (ortodoxos) reconstruir sus templos según la posición y la forma que tenían (no parece sin embargo que permitiesen edificar nuevos).
Así que cuando en 1892 se dieron las circunstancias apropiadas el Patriarca de la zona solicitó autorización para restaurar aquella iglesia. En 1896 ya se había realizado el nuevo techo y se procedió a limpiar el piso, cubierto hasta el momento por cascajos y restos; fue en esa limpieza que se descubrió un mosaico oculto hasta entonces:
Aunque incompleto, el mosaico de Madaba resultó contener el mapa más antiguo de Palestina. Cuando estaba completo representaba prácticamente todo el territorio cercano a la costa mediterránea desde Egipto hasta el Líbano. Además está anotado, contiene los nombres de los lugares (en griego), aparecen Belén, Hebrón, el Mar Muerto, y otros ciento y pico sitios más incluyendo el delta del Nilo. Lo más llamativo sin embargo es la ciudad de Jerusalén que contiene detalles como calles y templos, y es justamente eso lo que ha permitido datarlo entre 540 y 570 porque aparecen ciertas cosas y otras no.
Según los que saben de eso, la configuración de la ciudad es totalmente romana. Las calles principales, las puertas y la situación de los edificios principales han sido identificados. Incluso la representación del mosaico ha servido como referencia en excavaciones recientes (y también para precisar la localización de otras ciudades, como Askelón).
En suma, para el siglo VI la estructura de la ciudad era romana con algunos edificios bizantinos añadidos, pero en la imagen destaca por su ausencia -como era de esperar- el templo de Salomón/Herodes, porque fue destruido en 70 d.C.
Un estudio reciente (ver también) propone que la columna visible cerca de la Puerta de Damasco (izquierda de la imagen) es un gnomon en lo que sería un gran reloj solar, romano también. Un estupendo recuento de las características romanas de la ciudad se puede leer en este artículo de Carole Raddato del cual tomo esta foto que dice más que mil palabras:
Se aprecia que muy por debajo del actual nivel de la plaza frente al Muro de los Lamentos -unos tres metros al menos- se ha encontrado el pavimento del cardo oriental, la calle con pórticos visible en la parte alta (este) de la imagen del mosaico.
Por lo tanto… no parece sensato seguir manteniendo que el muro alrededor del Monte del Templo sea herodiano. No será hasta que se hagan excavaciones en el propio Monte que se determine el alcance de la obra de Adriano; pero luce altamente probable que las dos mezquitas allí existentes fueron asentadas sobre las fundaciones de los templos romanos.
Es notable que ambas mezquitas son casos extraños , la situada al sur, Al-Aksa tiene la configuración de una basílica romana de tres naves y la otra, el famoso Domo de la Roca, es ¡octogonal!.
El asunto es: prácticamente todos los vestigios de la vieja ciudad que han resistido el paso del tiempo son de época romana o posterior. La ciudad construida sobre las cenizas de la antigua Jerusalén y evidenciada en el mosaico, fue definida totalmente en los años 130s por Adriano (o sus delegados e ingenieros, que para el caso es lo mismo), ciudad que llamaron Ælia Capitolina. Incluía un templo dedicado a Júpiter que aparentemente estaba situado sobre el antiguo templo judío, y encima de éste edificaron las actuales mezquitas.
Dicho de otro modo, no queda nada de la ciudad anterior a la destrucción del año 70. Parece que la impronta de un imperio puede durar algo más de un milenio … o dos.