Hará cosa de un año que no teníamos teorías nuevas sobre la construcción de las pirámides; afortunadamente Ole Jørgen Bryn de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología ha subsanado esa carencia con una propuesta que se centra en el replanteo y planificación necesarios para edificar tales obras faraónicas , en particular la Gran Pirámide; artículo (PDF).
Bryn se pregunta un par de cosas:
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cómo podría el director de la construcción transmitir a los -posiblemente- 10.000 obreros iletrados la precisión y el diseño del trabajo a realizar;
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y cómo hacer para que la continua acumulación de piedras culminase como efectivamente fue en el ápice.
Concluye que se utilizó algún tipo de malla , una malla con características tales que hiciese práctico el progreso de la construcción que necesariamente sería tridimensional. El sistema de medidas utilizado por aquellos egipcios estaba basado en el codo real (establecido por Petrie a fines del siglo XIX en 52,355 cm.) dividido en siete palmas de cuatro dedos.
Bryn afirma que la unidad base de la malla no sería el codo, sino la palma porque el codo no se podría dividir convenientemente. Llega a suponer incluso que el primer plano de la gran pirámide sería algo como lo que presenta en la imagen; tendría una altura de un codo:
Dado que la altura de la gran pirámide es de 280 codos, este supuesto plano estaría en escala 1:280; la dimensión del triángulo clave para establecer la pendiente de la pirámide sería 220 codos (7 veces 220 palmas) en horizontal y 280 codos en vertical. La pendiente se expresaba en forma de recorrido horizontal para alcanzar cierta altura, denominado seked y que en este caso es de 5 palmas y 2 dedos por codo de altura (dice Bryn que el seked en la pirámide Kefrén es de 5 palmas y 1 dedo por codo, sorpresa para mí porque se ven muy similares).
En su interior la pirámide sería una pirámide escalonada formada por seis escalones decrecientes (o mastabas ) y un último que consituiría la cumbre. En el esquema de Bryn se puede ver claramente cómo las cámaras “del rey” y “de la reina” están situadas justamente encima de la primera y segunda mastaba. Cada mastaba tendría una altura de 220 palmas o 40 codos.
Además, Bryn trata de explicar ese efecto de la gran pirámide sólo conocido en el siglo XX que consiste en una división por la línea media de sus caras cuyo propósito es totalmente desconocido (habría sido más sencillo simplemente hacer la cara plana). Dice que en el punto medio de la base redujeron un codo y por cada escalón fueron reduciendo una palma en esa misma línea.
Para Bryn la utilización de esta malla constructiva explica la construcción de la pirámide sin necesidad de apelar a π ni a matemáticas sofisticadas, con sólo el uso de regla y plomada. La idea del uso de la malla es muy lógica; sólo queda confirmar algunos de los supuestos, como el escalonamiento interior, cosa que no ocurrirá pronto.