Ha salido la noticia en varios sitios, pero el artículo original se consigue en toda su plenitud en Proceedings of the National Academy of Sciences (USA, para más señas).
Son seis páginas que resumen un estudio de Walter Neves y Mark Hubbe, de la Universidade de São Paulo en el cual hacen una comparación de 81 cráneos antiguos (entre 7500 y 11000 años) de la región brasileña de Lagoa Santa con varios conjuntos de datos que representan las variaciones morfológicas -solamente- de la humanidad. Como conclusión, dicen que los cráneos estudiados tienen más afinidad con las poblaciones de Australia y Melanesia que con los indígenas antiguos o modernos de América (particularmente de Suramérica); y que, por lo tanto, deben haber sido dos los grupos de pobladores originarios de este continente.
Suponen que por el alto número de cráneos revisados, el resultado no está tergiversado, sin embargo ya salen opiniones contrastantes de otros estudiosos. Cada vez suena con más fuerza el asunto de la inmigración desde el Pacífico (cuando no de cualquier otro lado, porque para cada zona geográfica hay un teórico). El acceso por vía del estrecho de Bering, sigue siendo posible según Neves y Hubbe, porque este tipo de contextura habría habitado el este de Asia mucho antes que los pueblos mongoloides y chinos.
Dicho sea de paso, una de las mejores cosas del artículo es esta: “Published online before print December 12, 2005”.