Entre los gigantes que habitaban la provincia de Xieng Khouang en Laos hubo un rey llamado Khun Cheung quien tras larga guerra contra sus enemigos quiso tener una gran celebración, para complacer a sus congéneres fabricó montones de grandes jarras para beber el vino de arroz lao lao.
Pero hay quien piensa que las tales jarras, extendidas por toda la región en más de noventa sitios, no son más que recipientes para conservar el agua del monzón durante los tiempos secos; los mercaderes hervían el agua, acampaban y colocaban dentro pequeños abalorios como ofrenda y ruego de permanencia de tal sistema.
Más bien aguafiestas, los arqueólogos atribuyen la elaboración de estas populares “jarras” a la cultura local, que las utlizaba como urnas, quizá temporales, de ciertos caciques (si se puede usar esa palabra tan lejos).
El caso es que estas vasijas de piedra, probablemente talladas con instrumentos de hierro parece haber sido realizadas entre 500 a.C y 400 d.C. y están asociadas con restos funerarios enterrados en las cercanías. Es probable que tuviesen tapas de otro material, algunos discos de piedra encontrados en los alrededores señalan también tumbas, pero no parecen ser las tapas perdidas.
Fueron exploradas “científicamente” por Madeleine Colani en los años treinta del siglo pasado, que las relacionó con el antiguo mercado de la sal. Inspecciones más recientes sugieren -de acuerdo con tradiciones funerarias de la realeza (Thai, Camboya)- que eran tumbas temporales, incluso quizá reciclables, donde el cadáver era colocado en una urna al principio de su tránsito al mundo espiritual y luego cremado y enterrado en una tumba. La imagen (retocada) es de mkelpie, un australiano que nos hizo el favor de ir hasta el lugar; haciendo clic en ella se pueden ver unas cuantas más.
Toda la zona es un sitio turístico de creciente importancia; aspiran a colocarla en la lista de Patrimonio de la Humanidad pero tiene un problema grave que deriva de las guerras de los años sesenta, bombas, minas y resíduos peligrosos están por todas partes.
Para limpiar de peligro y posibilitar el mejor acceso, UNESCO tiene desde hace diez años un Plan para salvaguardar la Planicie de Jarras que está bastante avanzado.
He leído comentarios que mencionan daños recientes en las jarras, causados por la avalancha turista que ya va llegando hasta allí, y según, son mayores que los causados por bombardeos y otras peripecias históricas. Líbrennos los antiguos dioses de esa marabunta…