Acabo de leer el muy publicitado (y vendido) ‘El Código Da Vinci’ de Dan Brown y realmente se trata de un ‘best-seller’; tiene todos los ingredientes y evoca un poco aquellos libros de los años 70 sobre espías, intrigas y demás.
Hay que conceder que mantiene el interés por al menos 360 páginas de las 410 que tiene en total. Está construido mediante capítulos muy cortos, en promedio página y media; y siempre deja -como aquellas series televisivas de los años 50 (que yo no ví, pero me contaron)- algo pendiente. Así que la lectura es fácil y divertida.
Esta vez aproveché las oportunidades actuales y leí el libro paralelamente con búsquedas de imágenes en Internet de los sitios donde transcurre la acción, y hay muchas. De esta forma, he “conocido” El Louvre, Castelgandolfo, Saint Sulpice, Westminster y por supuesto, Rosslyn Chapel; todos los cuales saldrán en la película, porque es evidente que habrá una película desde que el propio libro parece un guión. Por cierto que las visitas a Rosslyn han aumentado entre 30 y 40% desde la aparición del libro. En resumen, un libro divertido, liviano, que en mi opinión no justifica los 60.000 bolívares que cuesta en estos lares y en estos tiempos.