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2010-05-04

Datación inconclusa del lenguaje

Todo el mundo puede observar el cambio en los lenguajes, y que ese cambio llega a un punto de inintelegibilidad; lo que no está tan claro es si eso ocurre en unos cientos o en unos miles de años. El grueso de los estudiosos parece favorecer la idea de que los lenguajes actuales han evolucionado de proto-lenguas no más antiguas de 6000-10000 años, mientras que los partidarios del paradigma de la continuidad paleolítica plantean -novedosamente- que los lenguajes actuales (i.e. antes del poblamiento europeo de América) ya existían (si bien en versión antigua) en el paleolítico, esto es al menos 15000 años.

Parece que esos límites derivan de la propia metodología utilizada para reconstruir los lenguajes perdidos y de estimaciones basadas principalmente en los cambios detectados en el período histórico. El artículo La forma y velocidad (tempo) de la evolución del lenguaje (vía; versión completa, PDF) trata de encontrar relaciones en los lenguajes no sólo por vía del vocabulario, que es la forma tradicional, sino también buscando posibles relaciones en la estructura.

El resultado en breve es que no lo lograron, sin embargo, vale la pena ver el análisis y método que utilizaron. El trabajo detalla las familias austronesia e indoeuropea y toma sus datos de dos fuentes principales; una lista de alrededor de 200 palabras que se creen muy estables (partes del cuerpo, números, pronombres, etc.) de cada uno de los lenguajes de aquellas familias, y por otro lado la lista de más de 130 características tipológicas extraídas -y recompuestas en algún caso- de la base de datos WALS.

A esto aplican una serie de pruebas numéricas con software apropiado que produce también gráficas como esta que muestra las relaciones tipológicas entre un montón de lenguajes:

familias

El resultado expresado en la imagen encuentra algunas relaciones similares a las que se consiguen con el método de la comparación léxica, pero otras llamativas: coloca al alemán más cerca del francés que del inglés, y -del lado izquierdo- el guaraní aparece como cercano a varias lenguas norteamericanas, mientras que otras de esa misma zona están más alejadas.

Por otra parte, el sector marcado con el número 1 está compuesto por prácticamente todas las lenguas de Eurasia lo que sería un argumento a favor de la “familia nostrática” propuesta por Greenberg que incluiría a las familias urálica, altaica y alguna más, junto con la indoeuropea. Pero los propios autores determinan que los hallazgos no son significativos estadísticamente y que hacen falta mayores precisiones y mayor volumen de datos.

Así que el principal objeto del trabajo que sería encontrar un procedimiento para fechar ciertos rasgos estructurales en la evolución del lenguaje es más bien un propósito a alcanzar. En lo que considero un “error”, los autores corroboran estadísticamente la clasificación de familias lingüísticas basada en el léxico, lo cual por supuesto era esperable ya que esa clasificación se hizo justamente utilizando las similitudes de las palabras. Pero es una lectura interesante….

Chiste translingüístico: Me pregunto si el autor principal (Greenhill) será descendiente de Greenberg.


Actualización: febrero 2015: Este artículo presenta otra manera de enfocar el asunto estudiando los cambios de los sonidos de un lenguaje; lo que no me queda claro es si ese cálculo lo hacen mediante una velocidad de cambio supuesta o si más bien encuentran la velocidad de cambio a partir de los cambios bien documentados (el enlace al artículo original lleva a una publicación cerrada ).

El ejemplo que presentan es el de las lenguas de la familia turca, del cual muestran esta imagen del flujo y dirección en los cambios en consonantes y vocales.

Sonidos turcos



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