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2008-01-14

Die Gedanken sind nicht frei

Un grupo de curiosos de Carnegie Mellon University comandado por Svetlana V. Shinkareva ha publicado los resultados de un experimento en el cual dicen que han logrado llegar a determinar en qué piensa cada sujeto estudiado, con una precisión promedio de 78%.

Antes de que cunda el pánico será bueno revisar las condiciones y alcances del experimento. Lo que hiceron fue pasar imágenes de herramientas y lugares de vivienda en una secuencia como ésta:

Secuencia

Las pruebas se hicieron manteniendo a los doce sujetos (nunca mejor dicho) dentro de una máquina de resonancia magnética (el primer alivio nos llega al saber que seis personas no pudieron ser “sujetas” porque movieron la cabeza más de 2,5 mm).

Las imágenes registraron la actividad cerebral en el momento en que cada individuo veía una de las imágenes, además de que previamente se les había entrenado para que visualizasen las propiedades de los objetos representados.

Ciertamente, las áreas del cerebro que responden a la presentación de las imágenes es bastante coincidente en todos los individuos; lo que los autores resaltan es que es la primera vez que se logra determinar o correlacionar la respuesta cerebral con un objeto concreto (o al menos, con su representación gráfica) y luce como un avance importante en esos estudios neurológicos que seguramente tendrán utilidad médica (comunicación con enfermos sin habla o cosas así) pero que lo que producen es preocupación en grande, como en esas películas en las que un maléfico millonario se apropia de un avance científico para fines ni tan oscuros.

Y es que en uno de los casos, los aciertos de la relación imagen cerebral-idea llegaron a ¡94%! A esa persona sí que se le adivina fácilmente el pensamiento.

Menos mal que -por ahora- podemos evitar ponernos en una de esas máquinas y si nos obligan pues a mover la cabeza. A los financistas de estos proyectos les diría: ¿quieres saber lo que pienso? ¡ Léeme la mente!



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