Ellen Bialystok viene estudiando el asunto del bilingüismo desde hace casi treinta años, y dicen que está emocionada por su último descubrimiento: en las personas bilingües la aparición de síntomas demenciales tienen un retraso de hasta cuatro años.
Hay aquí dos asuntos: uno, preocupante, es que parece implicar que todas las personas van a tener esa demencia; otro, que el estudio -como suele ser- se realizó con sólo 184 “pacientes”. En cualquier caso, suena casi obligatorio utilizar otro idioma además del propio para poder disfrutar de cuatro añitos más de habladera de tonterías, pero en varios idiomas.
Hoy en día es muy fácil revisar cualquier cosa, ej. definición de demencia en la RAE, y enterarnos de que es un"deterioro progresivo e irreversible de las facultades mentales que causa graves trastornos de conducta".
Estas facilidades tienden a constreñirnos más al lenguaje que hablamos (mal o peor); con lo cual el deterioro progresivo quizás sea acelerado.