Me resonaba (=no razonaba) con cierta insistencia aquella pieza que estuvo de moda hace unos pocos… mm… pocas décadas, y sólo recordaba el estribillo “me va, me va, me va, me va…”
Los primeros intentos por recuperarla daban fastidio, todas las referencias eran a un cantante con nombre de mes y apellido de edificio religioso cuya versión por cierto es incompleta y más bien seca. Mi recuerdo iba más bien por algo muy animado y vitalista, derivado por supuesto del rasgueo de guitarras y los típicos aplausos que uno asocia con Andalucía.
Tras mucho, mucho buscar apareció una versión de los Hermanos Reyes que demoró enormemente (varias semanas) en descargar porque como suele decirse “venía en burro” (en mula para el caso). Al final creí que había conseguido la versión original y auténticamente andaluza:
Acariciar la hierba;
besar las flores...
beber la primavera;
llenarme de colores...
Amar las cosas bellas, aaay,
tener amigos,
hablar con las estrellas,
hacer nuevos caminos...
Pero esta versión parece provenir de una antología reciente (2003) que me hace dudar de su originalidad. La nueva búsqueda -ya con algo de información- produce un nombre de compositor que en principio aparenta ser mejicano, pero no, era ¡argentino! Se trata de Ricardo Ceratto (1939-1995), y tras conseguir la versión original quedo convencido de que realmente es el autor y que la compuso alrededor de 1974, unos tres o cuatro años antes de que estuviese de moda en algunas radios caraqueñas en las voces de los sevillanos Hermanos Reyes.
Ceratto fue un cantante y compositor de éxito, según ciertos testimonios se “convirtió” al cristianismo y estuvo trabajando para una compañía disquera internacional.
En cualquier caso, el fin de esta “investigación” resultó una total sorpresa para mí. Es lo que pasa cuando uno está desinformado.