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2014-09-16

Oda a la avellana

Es bien sabido° que al buen chocolate no se le debe agregar ninguna otra cosa; si hay algo que se pudiese tolerar sería -con exclusividad- avellanas.

Las avellanas° tienen un sinnúmero de virtudes además de esa, sin embargo es ahí donde más se utiliza, además de en tortas y dulces. A pesar de su notorio éxito poco sabemos ° de su origen y cultivo.

Debo a este artículo de Louis Werner titulado bellamente Las avellanas de Trebisonda ° este acercamiento a tal fruto seco. Resulta que ¡ tres cuartas partes! de toda la producción mundial de avellanas se localiza en una franja de la costa norte de Turquía, destacada en la imagen°.

Mapa avellano

De allí salen más de 650 millones de kilos anuales lo que da pie a suponer que esa zona debe ser el sitio de origen del arbolito°.

Una sospecha que se puede aclarar° consultando las fuentes internéticas: en esta efectivamente dan como fuente original el Ponto, pero en esta no se arriesgan a postular un lugar originario sino que la utilización como planta comestible se habría dado en primer lugar en Europa Central. En esta otra asumen que el avellano es nativo de “Europa y Asia Menor”. En algún sitio leí que muy posiblemente sea de origen chino. O sea, que si acaso es nativo del hemisferio norte°.

El segundo productor es Italia, de donde proviene el nombre castellano pero no el italiano°, según dicen porque la zona de Avella en Campania se producía ya de antiguo ( nux abellana ).

Y que se consumía antiguamente se constata entre otros indicios por el depósito de cientos de miles de cáscaras carbonizadas de avellana hallados en 1995 nada menos que en la apartada isla de Colonsay, en Escocia, un lugar que se parece más a un páramo° que a cualquier otra cosa y ese apartamiento se corresponde también con la lejanía temporal porque el yacimiento fue datado en 9.000 años de antigüedad. Esa gente quizá no conseguían carne° pero parece que comían avellanas desesperadamente, una prueba más -si hacía falta- del valor nutritivo de este fruto.

El viajero conocedor sabrá entonces compensar cuando pase por la costa del Mar Negro la carencia total de avellanas que sufre por vivir en un país no productor que no tiene divisas para importar tales delicadezas.

° Las notas prescindibles aparecen al pasar el “ratón” por encima de la marca



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