Jochen-Martin Gutsch pasó por la transición o demoronamiento de Alemania Oriental y tras una reciente visita a Cuba escribió este artículo que no carece de humor. Algunos extractos:
Todo me suena muy familiar. El capitalismo nunca es tan sexy como parece en un país socialista. Y una vez que el capitalismo llega allí la gente piensa: se veía mejor desde lejos. …
La Habana es una choza socialista, podrida y llena de huecos. Una ciudad llena de pilas de basura habitadas de las cuales cuelgan los cables eléctricos como tuberías intravenosas. Manzanas completas parecen estar en el borde del colapso. Entonces ¿qué? Los compradores de bienes raíces ven un gran futuro para La Habana. ¡Mire esos increíbles edificios coloniales! dicen. ¡Tenemos que invertir ahora! La Habana estará totalmente loca en unos años. Yo mismo me siento un poco tentado. ¿Qué tal un apartamento aquí? Debe ser barato, y ciertamente será caro en el futuro. Debiste comprar algo en Berlín cuando era barato allá en los 1990s, me digo. Hago un viaje de regreso al socialismo y de repente estoy sintiendo mis reflejos capitalistas. …
Es una ironía de la historia que el socialismo cubano sea hoy probablemente más popular que nunca antes. Y si fuese por los turistas, todo se quedaría exactamente como es hoy en día. Cuba les permite viajar a un pasado nítido y estático, sin frentes confusos y crisis. ¡Incluso Internet apenas funciona! ¡Magnífico! …
El rey geriátrico aún vive, y el futuro es incierto. El capitalismo probablemente llegue a Cuba más tarde o más temprano. Pero es difícil imaginar que los cubanos se conviertan en verdaderos capitalistas, así como tampoco nunca se convirtieron en verdaderos comunistas. Los cubanos siempre practican su propia versión de las principales tendencias mundiales. …
Fuente: Der Spiegel