La fotografía muestra a uno de los últimos quagga, que se encontraba preso en el zoológico del Regent’s Park londinense; el último (una hembra) murió el 12 de agosto de 1883 en el zoológico de Amsterdam; es decir, ya tenían tiempo extintos para esa fecha.
Ahora hay un grupo de gente intentando revivirlos, aprovechando el hecho de que no eran una especie distinta de la cebra sino más bien una variedad o subespecie. Según cuentan, las franjas típicas de las cebras variaban de norte a sur y en este caso (Sudáfrica) que era el más sureño se presentaban difuminadas y de color más bien marrón. Fueron aniquilados por los cazadores y colonos de aquella región.