Los enterados harán mofa de este “descubrimiento”, pero yo me estoy dando cuenta ahora, así que viene siendo algo nuevo. Comenté hace poco que la Sierra de San Luis tiene ciertas particularidades, pero no me había percatado del ‘conjunto’. Cuando se llega a Curimagua uno supone que aunque parece un valle hundido habrá alguna salida de agua; pero al buscar cuál sería la ruta de drenaje natural del área (para lo cual coloreé este plano topográfico) se hace evidente que no hay tal cosa, al menos superficialmente. Las áreas blancas -que corresponden a la cota 1000- en el centro de la imagen delatan justamente eso: no hay drenaje superficial en el sector central de la Sierra. En la imagen situé aproximadamente los tres elementos más llamativos (letras azules):
-
El Haitón del Guarataro, cuya boca está a 1200 metros de altura y si es cierto que tiene 300 metros de profundidad, debe llegar a una cota por debajo de 900 metros.
-
Las cuevas de Acarite, un paraje con varias cuevas en el antiguo camino hacia Cabure, prácticamente a 1000 msnm.
-
Las cataratas de Hueque, con mucho el lugar más visitado de toda la Sierra, aunque yo nunca he podido llegar hasta el agua a pesar de haber ido tres o cuatro veces (para ver gente basta salir a la calle de la ciudad), que se encuentran mucho más bajas, unos 600 msnm. Estas cataratas son la única corriente de agua notable en toda la zona, así que es fácil imaginar que se trata del drenaje por vía subterránea de los valles de Curimagua.
No me queda muy claro por qué razón no se trata de una cuenca endorreica (dicen que la del Lago de Valencia es la única de Venezuela), pero lo que si está claro es que debe haber todo un mundo carvernoso y húmedo debajo de esos montes.
Actualización noviembre 2020:
Un mapa de la misma zona pero realizado “científicamente”, con datos de Derek Watkins, 30-Meter SRTM y OSM.