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2014-04-09

La tabula agrippiana

El connotado poeta Konrad Bickel -o Conradus Celtis- fue el autor de un discurso (Ingolstadt, 1492) muy influyente en el que incitaba a los alemanes a rivalizar con los italianos en las humanidades. Invitado a Viena en 1497 se convirtió en una especie de bibliotecario del emperador Maximiliano I. Cuando muere, en 1508, nos dice Konrad Peutinger que hereda unos papeles pertenecientes a Celtis/Bickel.

Peutinger era un acomodado nativo de Augsburg, que estudió leyes en Italia y se dedicaba a estudiar y coleccionar cosas antiguas, fue el primero en publicar una colección de inscripciones romanas. La “herencia” mencionada resultó ser una serie de 11 láminas de pergamino que formaban un mapa. Peutinger llegó a reconocer que el mapa era una copia medieval de un mapa romano. Era empleado municipal ( Stadtschreiber ) en Augsburg y estaba relacionado por matrimonio con la poderosa familia Welser (de infame recordación en Venezuela). Fue justamente Marcus Welser, alcalde de Augsburg quien encargó la publicación que se hizo en Amberes en 1591.

Por tales peregrinas razones esta carta/mapa/dibujo se viene conociendo desde entonces como Tabula Peutingeriana.

Segmento

Existen aparentemente varios ejemplares aún dispersos, el principal supongo es el de la Bibliotheca Augustana que tiene casi siete metros de longitud, y 34 centímetros de altura, y muestra una serie de caminos y lugares que se corresponden a todas luces con los que debieron existir en el imperio romano. Ahora se sabe/asume que falta una duodécima lámina que mostraría las partes más occidentales (Portugal, España, Gran Bretaña), y que ha sido reconstruída por eruditos.

Un detalle puede verse a continuación; aparece en el centro el Peloponeso, con el norte de Africa abajo. Es evidente que la representación no se corresponde con los rasgos físicos, se trata más bien de un mapa de itinerarios (quizá de origen militar) en que se especifica la distancia y paradas principales a lo largo de cada ruta. Las ciudades aparecen como un par de casas, de los pueblos más pequeños sólo aparece el nombre.

La zona del Peloponeso y alrededores

Para entender cómo se sabe que fue originalmente un mapa romano basta con visitar el estupendo sitio Livius.org de Jona Lendering.

Se ha establecido que el manuscrito debe ser del siglo XII o XIII y que es una copia de uno más antiguo. Ya que aparece la ciudad de Constantinopla tiene que haber sido hecho después del año 328 cuando el pedante de Constantino la fundó (antes era Bizancio). Sin embargo también aparece Pompeya que bien sabemos fue destruida el año 79 por la erupción del Vesubio; y por otro lado se muestran las ciudades de la Germania Inferior que -según Lendering- habían sido abandonadas al principio del siglo V. Por todo ello se puede situar al cartógrafo en el siglo IV, asumiendo que utilizó fuentes más antiguas.

Por ejemplo -y siempre siguiendo a Lendering- aparece en el mapa el reino de un tal Cottius en la zona de los Alpes, que había dejado de ser independiente en el año 63 así que con cierta seguridad se puede afirmar que la fuente primigenia es de la primera mitad del siglo I. ¡Tiempos de Augusto!

Casualmente se sabe que Vipsanius Agrippa, mano derecha/curruña/socio de Augusto y artífice de la mayoría de sus victorias hizo un levantamiento y mapa del imperio y luego de su muerte el propio Augusto lo mandó a grabar en piedra; aparentemente era circular, imagino que en forma de cenefa alrededor de alguna columna o algo así, no queda rastro de él.

Así que probablemente la versión conservada es la resultante de aquel esfuerzo de Agrippa con algunas actualizaciones y añadidos (como los comentarios bíblicos/cristianos en ciertas zonas) que se fueron realizando a lo largo de los siglos. Este mapa/guía es perfectamente útil aunque no tiene ni escala ni coordenadas, conociendo el nombre del destino es relativamente sencillo seguir las rutas.

Para ver un poco cómo sería si lo representamos en un mapa-mapa he realizado esta recreación de la zona mostrada anteriormente buscando los nombres reconocibles y colocando líneas rojas entre ellos (el mapa base está tomado de aquí, es de 1912 y tiene la localización de los antiguos nombres):

Recreación moderna

Una recreación completa e interactiva se encuentra en OmnesViae. Conozco a mucha gente que ignora totalmente el sistema orientación por los puntos cardinales y que de hecho se ubica en el mundo de aquella antigua manera: preguntando cuál es el próximo pueblo y cuál es la ruta para llegar a destino. Este mapa/itinerario/guía es una joya y es un milagro que todavía pueda intuirse cómo fue en su origen hace 2000 años.



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