A quien pueda interesar
Por medio de la presente hago constar que todavía hay gente buena en el mundo. Esto viene a contradecir el muy difundido infundio de que el mundo se está estropeando progresiva y aceleradamente.
Dado en las cercanías de Altamira de Cáceres, en la fecha supracitada.
(¿Quién le cambia un filtro de gasolina a un vehículo que no se le ve por ningún lado y que por otra parte no parece funcionar mal? Pues aquel a quien se lo recomiendan como virtud de mantenimiento. Hecho esto, el carro anda mejor y todo parece ir bien; pero. A pocos kilómetros se manifiesta un olor a gasolina más sospechoso que malo de película; la aguja indicadora desciende lentamente, tan lentamente que la gasolina se acaba antes de que la aguja se entere. Queda uno en el medio de la nada y sin manera de poner gasolina a menos que… un alma caritativa se apersone y no sólo suministra gasolina sino que corrige la conexión del filtro -que ocasionó el derrame paulatino- y se asegura del funcionamiento correcto de la máquina. Un mecánico que mientras viaja de Elorza a El Vigía va enderezando tuertos y desfaciendo agravios como en otros tiempos.)