Entre una cosa y otra, ya van nueve años de esta tortura que significa tratar de mantener un blog unipersonal (¡esto debería cambiar!). Suponía que a estas alturas se irá haciendo más sencillo pero no, sigue igual de complicado. Algo se facilita con lo de publicar fotos (se escribe menos), pero para hacer una nota de 200 o 300 palabras el esfuerzo es tan cuesta arriba que uno comienza a entender por qué hay que ser escritor para hacer estas cosas bien…
Lo bueno es que se van acumulando cosas que asemejan trabajo, al menos hay bulto, y por otra parte -como quien no quiere la cosa- el decenio está a apenas un año, será un buen momento para hacer una evaluación apropiada. Como no hay mucho -ni poco- más que decir, vamos a poner una foto con luna.
