Parece ser que la persistencia de Dmitry Vasilyev, ayudada con el financiamiento de la organización ‘Congreso Ruso-judío’ ha desenterrado lo que fue la capital del reino medieval de los jázaros o khazars que estaba asentada en la desembocadura del Volga, como la actual Astracán (o Ástrajan).
Según Vasilyev el sitio se encuentra en los alrededores de Samosdelka, a unos cincuenta kilómetros de Astracán en uno de los que ahora son brazos secundarios del delta.
La ciudad llamada Itil o Atil (gran río) tuvo sus mejores días entre los siglos ocho y diez, era una encrucijada en la ruta de la seda que iba por el norte del mar Caspio y sus habitantes practicaban religiones diversas.
El interés de los círculos judíos se debe a que alrededor del año 900 hubo una conversión masiva -posiblemente de las clases altas- a la religión judía; aparentemente para reforzar la neutralidad e independencia de la región, situada entre reinos cristianos y musulmanes en crecimiento. De hecho, fueron los jázaros los que impidieron la expansión musulmana por la vía del Cáucaso norte.
Igual después fueron conquistados por los rusos y la situación geográfica de la capital llegó a perderse.